MUERTE

[Benjamín Adolfo Araujo Mondragón]

M   U   E   R   T   E

MUERTE

 

Pero si acaso miras estos versos
cuando del barro nada me separe,
ni siquiera mi pobre nombre digas
y que tu amor conmigo se marchite,

William Shakespeare

Vamos por la vida con la calma en pecho

pero sabiéndonos mortales, sin embargo

suponemos que eso ocurre “a los otros”,

pero inconscientemente: nunca a “nosotros”…

 

Vamos, vamos, vamos, respirando oxígeno

mirando a los cielos, mirando a los otros;

vemos con pudor todo lo que pasa, la casa

se abre para recibirnos, los hijos rodean al

hombre de casa; pasa pues, la vida, el amor

no pasa; pero se respira todo está en calma.

 

Llega la sorpresa con las novedades, la risa

se apaga, el rictus aparece, ¡nos avisan que

alguien muy cercano ha cegado su vida; no

nos los imaginábamos que sucedería…!

Pero eso es la vida: la muerte que pasa, y

¿llegará casa? Seguramente un día, de eso

estemos ciertos, estemos seguros, no falla

esa ley; es inamovible; por suerte no sabemos

cuándo será ese día. Y cómo vendrá: todo es

sorpresa: la vida que pasa y la muerte llega

muy inesperada…¡y todo lo sacude; todo lo

estremece!...Ciertamente ocurre que la vida

pasa, que pasa la vida, que la vida escurre…

[Benjamín Adolfo Araujo Mondragón]

Estimado Donald: ¡Gracias, para allá vámos todos, es lo único que tenemos certeza absoluta; buenaventura!

Anna Dorothea Terbusch.

[Donald]

Olvidar no puedo que soy y seré, otro en la lista; quién sabe! donde, cuando, pero sera, lo se. Te saludo Adolfo. feliz dia. Donald

[Benjamín Adolfo Araujo Mondragón]

Críspulo amigo: ¡Agradezco impresionado tu enorme adjetivo!

[Benjamín Adolfo Araujo Mondragón]

¡Gracias querida Aimée por tu apertura y buen sentido de lectora; gracias asimismo por tu destacado fraterno y bondadoso; no tenemos otro caminos que vivir y gozar hasta el último momento; por lo pronto, se feliz este martes amada amiga!

Clásica.

[Aimee Granado]

El ciclo inexorable de la vida mi querido Benja. Todo tiene su tiempo y en su efímero peregrinaje la vida nos sacude y nos alienta, nos inspira y nos consuela. La muerte ha de llegar inevitablemente, todo es sorpresa como bien dices en tus versos y tenemos que estar alertas ante lo irremediable.

Por el momento y mientras tengamos vida aprovechemos cada instante y disfrutemos de sus bondades, el hoy es lo que tenemos, mañana no sabemos.

Gracias amigo por tu compartir existencial que nos deja un sabio mensaje de aceptación frente a la muerte ineluctable.

Un saludo cordial .