MISERICORDIA
Sacó sus manos frágiles entre las rajas que nos separaban. Me miró con una mirada débil y profundamente oscura. Coloqué los dulces en la cavidad que sus manos juntas formaron para recibir el regalo que le llevaba.
Tuve tiempo para mirar dentro de la reja. Sobre una mesita tenía en perfecto orden muchos libros. Allí tenía todo el tiempo del mundo para leer.
Sentada en el piso de la celda volvió a sacar aquellas manos de niña aún, delgadas y blancas, nácar de caracol tierno.
Bastó mirarla un segundo para sufrir un desdoble; me vi apuñalada, estrangulada, agonizante entre sus brazos. La sangre corría por mi cuello, mis piernas. Diez, veinte puñaladas, y ella enloquecida, con el diablo en la mirada endurecida, terminando su encomienda, asesinarme, asesinar a su madre.
Así la encontró la policía, sentada sobre el charco de sangre al lado de la que le diera la vida. Nadie aún puede explicarse las razones que tuvo. No se arrepiente, no llora, no habla. Así, en total mutismo escuchó la sentencia: cadena perpetua.
Algunas de sus compañeras de colegio han insinuado una iniciación, un sacrificio humano, cumplir con la encomienda, entregar su prueba de afiliación con el diablo. Se habló de reuniones clandestinas, de iluminados por Satanás.
Llevo días pensando en ella, aún veo la sangre correr por mi pecho, aún guardo la imagen de sus pequeñas manos blancas y frágiles,
extendidas para tocarme. La guardia de custodia me asegura que cada noche la oye hablar con el diablo. Que aparece dándole una cuchilla con la que se corta heridas en los hombros y se succiona su propia sangre.
La tienen en una celda aislada, sumariada de cualquier contacto humano. Es necesario evitar que vuelva a asesinar a otra compañera de celda.
Y ahora estoy aquí, con un penetrante olor a sangre en mi habitación. Sus manos reclamando consuelo me persiguen por todos lados. Llevo el recuerdo de la celda pegado a la conciencia y las nauseas me paralizan.
El espíritu de una madre me suplica misericordia.
Carmen Amaralis Vega Olivencia
Comentario
Benjamín, gracias por tu presencia en mis leras, bendiciones, Amaralis
Muchas gracias Nélida, cierto, es un relato muy fuerte, la realidad de un incidente que alarmó al mundo, bendiciones, Amiga, Amaralis
¡Impactante relato, un gusto leerte!
Delia Pilar, muchas gracias querida amiga por tu valioso y significativo DESTACADO, valoro mucho tus palabras, bendiciones de amor y paz, Amaralis
Rafael, gracias por tu visita, amigo, el relato es 100% real, visito las cárceles de mujeres , tratamos de llevarles ayuda de mente y corazón, valoro mucho su compañía en mis letras, bendiciones de paz y luz, Amaralis
Madre mía Carmen, en que tesitura le pone la vida. Como decimos aquí en Andalucía, tiene usted el cielo ganado.
Escalofriante las historias que estamos viviendo día a día en los telediarios, el mundo se hunde en extrema violencia. Desconocía que era real, y ahora me arrepiento haber hecho el comentario desde la perspectiva literaria; pero no voy a borrarlo por el énfasis del título en sí y de su significado en vidas como éstas. Los gobiernos deberian promover más la protección familiar en cuanto a violencia.
María Inmaculada, gracias por tu visita y comentario, el relato es 100% real, visito las cárceles de mujeres para llevarles talleres de poesía, autoestima, etc. las historias de sus vidas son escalofriantes, amiga, somos bendecidas, Dios nos siga protegiendo, bendiciones de luz y paz, Amaralis
Agregado por Nilo 0 Comentarios 1 Me gusta
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