MEMORIA SELECTIVA EN EL JUEGO DE LA VIDA

[Carmen Amaralis Vega Olivencia]

MEMORIA SELECTIVA EN EL JUEGO DE LA VIDA

Recientemente me encuentro con mucha frecuencia tratando de recrear recuerdos de situaciones en mi vida. Me causa un poco de ansiedad no lograr enmarcar los recuerdos en detalles importantes. Por ejemplo, no recuerdo cual fue la secuencia de apartamentos en los que me hospedé mientras estudiaba en USA.
Pareciera que la mente es tan selectiva que borra situaciones incomodas o dolorosas dentro de eventos que fueron necesarios en la trayectoria del vivir.
De mi padre tengo muy poco recuerdos completos, solo lo veo llegando a la casa con frutas, o con el producto de su pesca los domingos. Lo recuerdo buscándonos en la escuela en las tardes cargando con dulces para aliviar nuestra hambre. Lo recuerdo comprándome un helado el día de mi cumpleaños.
De mi madre recuerdo situaciones muy graciosas, como por ejemplo, corriendo detrás de mi hermanita Alice y yo, por haber hecho alguna travesura, si nos alcanzaba, allí nos daba una tundra de escobazos, por la parte blanda, por supuesto. La recuerdo vestida de bruja para llevarnos a asustar a los vecinos en la noche de Halloween. La recuerdo contándonos cuentos al acostarnos a dormir.
Trato de recordar los detalles que hilvanan la vida, pero el bordado solo coloca aquellos recuerdos que me hacían feliz, no es justo, porque sé que hubo mementos menos felices, pero quedan en nubarrones de ansiedades sin forma. Los rayos de lucidez se encarnan en el deseo de la satisfacción, y cada noche al repasar la vida quedo flotando en un mar de dicha selectiva.
Hasta la memoria trabaja a mi favor.

Carmen Amaralis Vega Olivencia