En aquella
mañana de domingo
contemplé
tu imagen en aquel espejo,
mis lágrimas chorreaban
por mis mejillas,
deseando acariciar
una y otra vez
la tez blanca
de tu piel.
La lejanía
de la tierra de andaluz,
reprimía
todos mis deseos
al pisar el suelo árido
mientras avanzaba
la tarde.
Imaginaba
estar junto a ti…
entre copas y sorbo de vino,
acecharte lentamente
con mis brazos
y sentir
cada poro de tu cuerpo
con ferviente
devoción .
Mataste mis deseos
en El Castillo Azul
cuando me diste una cruel estocada,
negaste estar junto a mí...
tomando una fatal decisión
cuando estabas
con él,
y yo me quede
tristemente solo,
mirándome
frente al espejo…
Santos M. González
Derechos reservados de auto---------
Agregado por Nilo 0 Comentarios 1 Me gusta
Agregado por Nilo 0 Comentarios 1 Me gusta
© 2025 Creada por Aimee Granado Oreña-Creadora.
Con tecnología de
Insignias | Informar un problema | Política de privacidad | Términos de servicio
¡Tienes que ser miembro de ORGANIZACION MUNDIAL DE ESCRITORES. OME para agregar comentarios!
Únete a ORGANIZACION MUNDIAL DE ESCRITORES. OME