En la alborada de un cielo sereno,

María, dulce flor de pureza,

susurran misterios con sutileza,

secretos divinos, un manto ameno.

 

En su ser, un destello terreno,

resplandece la gracia, fortaleza,

la Virgen, sublime fortaleza,

con fe en su corazón, pleno.

 

Le dijeron al oído, amor eterno,

mensajeros celestiales, divino anhelo,

la misión que en sus manos reposa.

 

En el sí que emana como río tierno,

del Señor acepta, sin desvelo,

Maria, en su humildad, Dios se posa.

 

 

 

Vistas: 3

Comentario

¡Tienes que ser miembro de ORGANIZACION MUNDIAL DE ESCRITORES. OME para agregar comentarios!

Únete a ORGANIZACION MUNDIAL DE ESCRITORES. OME

Ando revisando  cada texto  para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.

Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.

Your image is loading...

Insignia

Cargando…