Cuando llueve te arrinconas sobre mi pecho caliente
y te abrazo mi princesa para calmar el vil frío
de tu piel salpican gotas que buscan cauce de un rio
mientras mis labios suplican que te bese tiernamente.
Ves, hay amores tan fogosos que se extinguen velozmente
otros parecen que duran una eterna primavera
yo prefiero linda mía tenerte la vida entera
y porque perderte seria como morir lentamente.
Que mi voz recorra el mundo, gritando tu bello nombre
suplicando que regreses con los rayos de la luna,
no habrá paz para el amante, que se enfrente con este hombre.
Te lo juro mi gran princesa, contigo o con ninguna
dispuesto estoy para enfrentar a esos lobos con renombre,
y si muero en el intento mi niño crece en la cuna.
Manuel Ibarra
Caracas/Venezuela
28-11-2022
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