65 La orfandad
Vivir sin el arrullo maternal de los sueños,
fuera del amparo de aquel ángel protector,
solo por el mundo, sin cuidados hogareños,
solitario sin ningún manto alrededor
Sin consejos lograr caminar por el sendero,
tropezando en la vida con penas y dolor,
con el acíbar del destino aventurero,
degustando siempre los sabores del desamor
Fatigado por siempre alejado del amor,
la felicidad esquiva se fuga del corazón,
los placeres y alegrías pierden su sabor,
perdida la esperanza, muerta la ilusión
Vivir en la oscuridad de las tinieblas,
sin juegos infantiles, ni sueños de juventud,
con el horizonte cubierto de brumas y nieblas,
pasando por la vida, y, sin gloria ni laúd
Olga Hernández Osorio
Medellín febrero 18 de 2022
Derechos reservados de autor
Comentario
Sí que me ha tocado el corazón tu poema, es bello y a la vez doloroso.
Un abrazo
Olga, muy sentido poema, la soledad, la orfandad, triste destino, gracias por compartirlo, Amaralis
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