Ha nacido el tiempo de lo externo.
Ese tiempo del pabellón cristalizado.
Hoy, es la madurez del laberinto
en ese circundar lechugado de la oreja.
Esa misma oreja que se roba algún latido.
La que se hunde en tierra de caballos.
La portentosa oreja del lóbulo retorcido
detrás de un cuello almidonado.
La que se abandona al silencio
en mitad de atildada conferencia.
La que descubre las cosquillas
de un beso voluptuoso.
La que sangra derretida
la baba soez de acres insultos.
La oreja felina y cazadora.
La que sabe del murmullo
de ríos cristalinos.
La que atenaza el canto de los bosques
y enjaula el trino de los pájaros.
La que exclama la canción
del disco estridente.
La despreocupada noctámbula
que atesora el frenar de los transportes.
La del grito. La destinada al susurro.
La del moro, el ateo y el judío.
La de palidez anémica.
La oreja de aretes y colgantes.
La que es base de gafas y de lápices.
La del reto húmedo en la escuela.
La del cumpleaños juvenil
y la de los que ya son tantos.
La compañera de la uña y de la cera.
La del agua invernal que se le escurre,
La que ayuda a conocer secretos
por ser una curiosa de las puertas.
La oreja que alberga los idiomas
y no sabe conectarse con la lengua,
porque el hombre aprende los sonidos
aunque luego, con otros, no se entienda.
La oreja del soldado y del verdugo,
y también mi propia oreja
que tal vez corte como Van Gogh
para arrojarla hacia la acera.
La oreja, que a veces me ha servido
para pintar una carcajada,
y otras veces me ha sacrificado
con todos los lamentos de la tierra.
Ricardo Alvarez Morel
Comentario
Gracias Críspulo por tu atenta visita a mis letras
Mi reina del Perú, hago 5 genuflexiones e inclino mi frente a vuestros pies para agradecer los elogios que viertes sobre la humilde creación de este simple mortal. Tu, algunas veces podrás no coincidir con mis pensamientos, pero ello no es óbice para destruir esta hermosa amistad conseguida. Además, siempre me rindo ante la sagacidad de tus análisis, Gracias María Beatriz, por ser auténtica. Nunca cambies.
¡Esas múltiples funciones!
Y es cierto, la oreja, hermoso receptáculo del sonido que nos rodea!
Pareciera no tener mucha importancia; pero a ver, preguntemos a una persona sorda o a Tyson jaja...
Todo lo que tenemos en nosotros es importante, realmente quien nos hizo ha sido MUY SABIO!
Y dentro de ella, está nuestro equilibrio... ¿Qué fuera de nosotros sin ella?
¡Ah la temática escogida, MUY INTERESANTE mi querido Ricardo!
Me retracto, síiiii escoges temas que no son muy usuales!
Felicitaciones mi querido amigo! Ahora sí, sin peros de ninguna clase jaja
Un abrazo fortísimo!
Graciassss
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