La madre es
Es cántaro armonioso, lleno de esplendor
como vaso sagrado en el altar de Dios,
tiene aroma de perfume, grato, acogedor,
blanco lirio del campo fresco como sol.
Añejo vino con grata espuma de amor,
alegre sortilegio vivificante aderezo,
mar sereno, playa amorosa llena de calor,
oración constante, ardiente, celestial beso.
Angelical abrazo, lluvia de azahares,
agua amorosa cual oasis del desierto,
esperanza, confianza en todos los hogares,
desinteresado amor, lo único cierto.
Alma esplendorosa cual firmamento azul,
serena su mirada, con miradas generosas,
que cubren todo, cual transparente tul,
ferviente aliento, como olorosas rosas.
Piedra diamantina, joya fina de gran valor,
empotrada en el alma y en el corazón,
mañana de regocijo, sueño arrobador,
camafeo sublime rodeado de perdón.
Olga Hernández Osorio
Medellín octubre 30 de 2020
Derechos reservados de autor
Comentario
OLGA , tu poema amalgama aspectos variados y amplios del alma de la madre que nos llevan a pensar en las infinitas posibilidades de su amor. Un abrazo
Martha
¡Precioso y muy merecido homenaje a las madres, Olga! Te felicito y te agradezco en nombre de mis
compañeras que comparten ese rol y de mí misma; sino son madres biológicas les compete igualmente
al cumplir una función creativa que las lleva a "parir" textos literarios lo que es muy loable.
¡Felicitaciones!
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