LA IMAGEN SE PIERDE EN LA ESPALDA

[Carmen Amaralis Vega Olivencia]

LA IMAGEN SE PIERDE EN LA ESPALDA

Su imagen en el espejo es la protagonista, ¿o será la abuela? La nieta se mira en el espejo; es esa sombra que le habla.

- Sí, abuela, me encantan tus brazos desnudos, son redondos, firmes, fuertes. Cuando sea grande quiero tener tus brazos, parecerme a ti.

La señora se mira al espejo y nota que sus brazos son grandes, redondos y firmes. Están tan lejos aquellos brazos flacos y frágiles.
¡Cuántas inyecciones de hierro tuvieron que resistir! ¡Qué terror!

-Te odio tío, siempre que vienes a visitarme me inyectas ese líquido rojo que arde tanto, te odio.

Entre la abuela y la nieta no hay distancia, solo una imagen reflejada con un rostro sin rocío, y una mirada perdida en las sombras de la habitación.

-¿Cómo pasa medio siglo sin darnos cuenta?

Le murmuran las paredes grises y frías. Un beso suave se le posa en las mejillas.

Le habla al espejo mirándose directo a los ojos, y un flujo ardiente le recorre la piel y se pierde en la espalda sin cobijo.

La mujer se aleja envuelta en su propia niebla, y en su mirada se enciende el brillo de la niña guardada en sus recuerdos.

Carmen Amaralis Vega Olivencia

[Benjamín Adolfo Araujo Mondragón]

¡Precioso relato surrealista, Carmen!

[Carmen Amaralis Vega Olivencia]

Donato, querido amigo, muchas gracias por sus palabras, bendiciones luminosas, Amaralis

[Carmen Amaralis Vega Olivencia]

Vilma Lilia, querida amiga, que afortunada has sido, amiga, yo solo tuve mi abuela paterna, la materna no la conocí, bendiciones luminosas, Amaralis

[donato perrone]

Me agrado el tema gracia por compartirlo --

[Vilma Lilia Osella]

Ese diálogo con la abuela es gratificante, Amaralis. 

Mis abuelas, las quise a las dos, me dieron también el placer de un diálogo que

perdura en mi memoria. Te felcito, amiga.

Vilma Lilia