Al ver caer la tarde con mis ojos de niña
de pronto me vi recorriendo la gran campiña.
Vacas, cabras, y toros pastando por doquier
cuanto mi alma disfruta del bello acontecer
ver árboles frutales, todo reverdecer
cansada del ígneo asfalto y desfallecer.
De lejos los toros reverenciaban la vida
que de amarillo otoño se presenta vestida.
Uno ve el verde campo y de pronto se encariña
no hay más que al afable Creador agradecer
confiar en la señal de su próxima venida.
Autora: Ma. Gloria Carreón Zapata.
Fotografía: San Adrián Navarra, España.
Comentario
LUCÍA GOMES, agradecida amiga, un fraterno abrazo.
Iris Girón Riveros, muchas gracias por el apoyo querida amiga, abrazo y bendiciones.
Aimée Granado Oreña, muchísimas gracias amiga, abrazo fuerte.
Escritor Benjamín Araujo, muchas gracias por pasar, saludos cordiales.
Maestro Juan Benito, gracias por la revisión entonces es un tetradecasílabo. Sigo aprendiendo. Bendiciones.
Genial amiga mía Ma. Gloria
Aunque debo decirle que no es un Jotabea, pues no utiliza versos alejandrinos, es un Jotabé tetradecasílabo.
Un fuerte abracico
Juan Benito
Es un lindo mensaje
el que nos compartes Ma. Gloria.
FELICITACIONES.
Qué bellos versos, nos regalas en esta entrega, querida poeta.
"Y uno ve el campo y de pronto se encariña
no queda más que al afable Creador agradecer
confiar en la señal de su próxima venida."
Agregado por Nilo 0 Comentarios 1 Me gusta
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