LA ABUELA.

[Freddy Jesús]

LA ABUELA.
Mientras sudan los cristales
por el calor veraniego,
la abuela en la mecedora
teje su red de recuerdos.
Las agujas entre sus manos
mueven hilos de sucesos
y sus ojos atareados
platican con su silencio.
Silencio que va implicando
cosas que quedaron lejos
y que de pronto aparecen,
vivas en sus pensamientos.
Las hebras de la distancia
se enlazan con su cerebro
y de su trabajo surgen
los tejidos del afecto.
Bajo de su mecedora
la abuela tiene su cesto,
donde coloca las fibras
de colores muy diversos,
las agujas de bambú
y unos modelos impresos,
para que así lo que teje,
no tengan ningún defecto.
Además, hay una copa,
que guarda con mucho celo,
porque cuando tiene sed
escancia un vino del bueno,
que la llena de energía
y le sirve para el sueño.
Cuando despierta, a la abuela,
no le gusta perder tiempo.
Tiene tiempo de arreglarse.
Tiempo de decir sus rezos.
Ocuparse del rosario
y de sus cinco misterios.
Tiempo para saludar
o para decir, lo siento.
La abuela es un libro amplio,
repleto de sentimientos.
Luego torna a la tarea
de tejer con fundamento
y como esgrimista blande,
las espadas de los dedos.
En el cesto ahora dormitan,
los gorros y los pañuelos,
los suéteres adornados
con cosas de su talento,
pues los hace con cariño
para que lo usen los nietos.
Los nietos que son su vida
pero que viven muy lejos,
y eso ya quiebra su dicha,
pues siempre quisiera verlos.
Para que, en sus tibios brazos,
les hablen de sus secretos,
les comenten sus errores
y le confiesen sus miedos.
Para pedirle su apoyo
cuando sepa de sus sueños
y disfrutar su sonrisa,
cuando se tope con ellos.
La abuela en el corazón
teje también su lamento,
ya que teje, teje y teje.
sin que se den sus anhelos.

Mientras sudan los cristales
por el calor veraniego,
la abuela teje nostálgica,
y mide con ello el tiempo.

Freddy Belisario Capella.
The Woodlands. Texas.
Agosto 28/2019,

[Aimee Granado]

Muy lindo poema con ese ritmo que solo el alma puede llenarnos con su encantador tintero.

[Ingrid Zetterberg]

¡Qué hermoso poema, Freddy! me han encantado estos versos sobre el afán de tejer de la abuela....Yo hace años que tejía bastante, hasta que vino el internet y como dicen por ahí, cambié el punto cruz por el .com  Felicito tus letras y te dejo mi saludo.