Llamo la rosa a la abeja,
impregnada de rocío,
en ella bebió su néctar,
sedienta tras su volar.
Llegan las alboradas,
despertando al nuevo día,
el sol en su alegría,
alguna lagrima olvida.
La ninfa
derrocha virginal pureza,
alentando al soñador poeta,
que sus letras le dedica.
Es la abeja peregrina,
no es esclava de la rosa,
bebe el néctar de su centro,
del jazmín o del clavel,
siendo fiel a su existir,
porque pronto sabe,
ha de morir.
Donald D LP
16-12-2020
Comentario
MariaLoli, me alegra verte en mis letras...muchas veces mi musa lleva tu nombre. Gracias. DD
Liliana, un placer saberte en mis letras. Gracias. DD
Adolfo, muchas gracias amigo por tu apoyo. DD
Poeta Manuel.. muchas gracias por tu instancia a la perfección gramatical. El buen lector.. sabrá perdonas mis faltas de ortografía.
Gracias por comentarme. DD
Te admiro mi querido Donald, has crecido mucho como escritor, tus trabajos cada vez son más hermosos. Mis felicitaciones.
Abrazos y Feliz Navidad
Bello poema!
Gracias
mary
¡Muy bello poema, Donald; no puedo imaginar una vida sin abejas...!
Muy hermosas letras amigo poeta Donald. Felicitaciones para tu musa, aunque se te hayan pasado algunos acentos, ante lo cual recomiendo leer varias veces, antes de subir el escrito. Recibe en la distancia, afectos y saludos.
Delia, muchas gracias por tu comentario a mis letras. Feliz día. DD
Iris, muchas gracias por tus palabras. DD
Agregado por Nilo 0 Comentarios 1 Me gusta
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