LÁGRIMAS DEL LUCERO
Exijo de tus ojos
tan solo otra centella
que inunde la senda
en esta hondonada nocturna.
Suplico en el borde
del acantilado, a tus alas;
si declino o caigo
¡llévame contigo!
Espero siempre con cada
renacer de la luz,
diferente forma de arrullar
a esta esquiva simpleza de vivir.
Y en tus pupilas están
todos los espléndidos
caudales y vórtices que
aplacan toda adversidad.
A ti, sola a ti, imploro
dame bajo tu alero
aquella sombra donde cobijar
esta soledad que hiere y devora.
Si acaso las penumbras
pueden más, tal vez
ya no será posible esperar
al lucero, menos a las lágrimas.
Orlando Ordóñez Santos.
Comentario
Un bello aporte que nos regala tu ingenio creativo.
Ha sido placentero leerte.
“A ti, sola a ti, imploro
dame bajo tu alero
aquella sombra donde cobijar
esta soledad que hiere y devora”.
Mi admiración y comunión con tanta belleza despleglada en tu emocionante poema, cada verso impacta, cada palabra es un beso y un suspiro.
Ronny
Agregado por Nilo 0 Comentarios 1 Me gusta
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