He de iniciar con un tópico, con un lugar común, no por ello poco significante: Dos mujeres, dos corazones inmensos. Decir de ellas que son un legado de amor para sus familias, sus amigos y todos los que las rodean, no tendría tanto mérito , como la verdad: ellas dan su amor a toda la humanidad, a todo su próximo, incluso el más lejano. Y eso lo hacen gracias a sus obras, y dentro de ellas, fundamental su trabajo literario, sus letras. Y dentro de ese gran marco, que es la humanidad, este otro más hogareño, nuestra América Latina, y de allí, nuestro pequeño país, al que adoran ambas.
Sonia Solarte por ejemplo, venida desde Colombia, en su cuentario Derrotero de Arcilla, incluido dentro del libro Fuego, Tierra, Agua que nunca se enturbia, relata las peripecias de un indígena de nuestro país que sale en periplo por el resto de nuestra América a enfrentar y vivir los problemas de los descendientes de los pobladores primarios de nuestras tierras, y a proponer su unión en la lucha por sus derechos. En su libro El circo nuestro de cada día, El circo nuestro de cada día (ganador por Costa Rica en convocatoria de la Embajada de España) habla de la dura lucha de los centroamericanos en procesos de emigración y nos hace conciencia de nuestra hermandad, de lo obsoleto de las fronteras que nos dividen, artificialmente. Su patria, Costa Rica, que adoptó, está presente de muchas maneras en toda su obra.
Luz Alba Chacón, nacida en Buenos Aires de Puntarenas, en la región Brunca del país, manifestará su amor a la patria y a su comarca con una gran obra histórica y de recuperación y testimonio de nuestras gentes. Premio Nacional de Historia por su obra Luis Diego de la Haya Fernández, 1968, y además, más de cien publicaciones que ofrecen su gran labor de investigación sobre aspectos de la historia nacional y de su cantón, sobre el trabajo archivístico y la memoria de la patria. Su trabajo en el Archivo Nacional, sus últimos doce años como su Directora, la llevó al hallazgo del documento original del Pacto de Concordia. Por su labor como historiadora, como académica en las principales universidades del país y como archivística, hay múltiples reconocimientos que sería arduo enumerar aquí. Como escritora su poemario Murmullos de Fuego, ubicado también dentro del libro Fuego Tierra Agua que nunca se enturbia, publicado por el Círculo de Escritores en la Biblioteca Líneas grises, habla de sus preocupaciones por rescatar el acervo cultural, la cosmogonía y visión del mundo de nuestras poblaciones precolombinas. Su poemario que incluye relatos también: Buenos Aires, tatuados por la historia, publicado por nuestra Editorial Poiesis, devela aspectos de su biografía enmarañados al paisaje, a las tradiciones de su pueblo y del país, así como su amor a esa gran institución de los costarricenses, al Liceo de Señoritas donde hizo la secundaria y al Archivo Nacional. Cuentos y cuadros de costumbres, revelan ese amor por lo nuestro, desde lo más íntimo y sencillo, desde lo culinario hasta nuestros grandes problemas, son expuestos con sinceridad y amor.
Sonia con su novela Preludio de una novela, testimonia su fe en la gente aún en medio de la sórdida corrupción en niveles que el país que la acogió debe combatir, como ella lo hace. Luz Alba y su exquisita sensibilidad se manifiesta en sus primeros poemas de Burbujas rasgando el silencio, donde la revelación y el amor se develan para sus lectores, y su obra continúa.
Ambas se iniciaron, quizá tardíamente, en los afanes literarios, en los años 90 con el Círculo de Poetas Costarricenses, donde se encuentran y hacen amistad. Luz Alba está precedida por un gran trabajo, que mucho también tiene de literario, respecto a la historia patria y de su comunidad. Sonia invertirá gran parte de su tiempo en talleres literarios con adultos mayores, manteniendo un grupo cohesionado que se reúne en Zapote. Y con el Ministerio de Cultura trabajó dos años con comunidades indígenas y de lo cual emergieron dos memorias publicadas gracias a becas taller. Y otro libro sobre los productos de estas becas durante dos años. También dio un taller al personal del PANI, sobre creatividad literaria para que se trabaje con los niños en situaciones de riesgo social. Ambas se reencuentran en el Grupo Literario Poiesis, Sonia como una de sus fundadoras, en estas épocas cumplimos diez años. Luz Alba que arribó dos años después y se convirtió durante una época en una gran promotora y directiva de nuestro colectivo. Sonia obtuvo el Premio Nacional de cuento en 2008, con su libro Cuentos de muertos y otras soledades. Ya antes nos había entregado La Puerta entreabierta. Es recopiladora junto a Luisiana Naranjo y La misma Luz alba de “Latido generacional del Círculo de Escritores”1990-2000, antología de poesía y narrativa. Hoy nos sorprende con su Selección de cuentos y relatos breves.
A ellas les debemos tanto como sociedad, como país, como seres de este planeta.
Si ellas han dado amor, no es extraño que todos quienes hemos compartido con ellas, las hemos amado y no hay quien se resista a ese amor correspondido. Las queremos y ellas lo saben…Sonia Morales, Sonia Solarte como escritora y Luz Alba Chacón León. Están entre nosotros, para una vez más, prodigarse.
Ronald Bonilla
PREMIO NACIONAL DE CULTURA MAGÓN 2015
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