por encontrar el centro de la voluntad.
Reencuentros de un sitio en particular
donde las almas se amenizan por versar.
Un hueco al filo del vislumbrar,
tomar prestada la desnudez.
Estruendo, el sonido al desgajar
escalofrío, arrojadizo de la mudez.
En el silencio tibio del despertar
un leve suspiro de vez en ver.
Recurrentes latidos, los pétalos afloran
escarcha sonora, su relieve atesora.
Avivar la luz, sintetizar a deshora
centrífuga ciega, a tientas, la aurora.
Se hunden las razones
en el primigenio rubor,
acariciado el deseo
elocuente tono,
el de tu voz.
Mgig
Comentario
Gracias también a las personas que siempre pulsan el me me gusta en mis poemas, y a los que me leen aunque no hagan reseña de ello, es grata su lectura hacia mis letras. Saludos al grupo.
Gracias Liliana por su grata visita, has escogido los dos versos que más me gustan de este poema. Abrazos.
Gracias Benjamín por pasar a leer mis letras, siempre es bienvenida su visitia, un saludo con afecto.
María Inmaculada García Gómez
En el silencio tibio del despertar
un leve suspiro de vez en ver.
Excelente poema
mary
Gracias Samuel por su comentario, y por su reflexión sobre él, saludos,
Gracias Delia por destacar mi poema y comentarlo, siempre bienvenidda a mi página, abrazos.
Gracias María Beatriz por aportar tus pensamientos a mis letras y dejar esas hermosas flores, abrazos.
Gracias Críspulo por su visita a mis letras, saludos.
Desafiante y delicadamente insinuante poema, María Inmaculada. Felicitaciones.
Agregado por Nilo 0 Comentarios 1 Me gusta
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