FILIGRANA

[Benjamín Adolfo Araujo Mondragón]

F i l i g r a n a

FILIGRANA

Caminante, vagas, vagas por el mundo,

sin sentido vagas, sin un rumbo fijo

eres un utópico, eres vagabundo

y no importa descendencia, ni un hijo

ni un loro, ni un perro que ladre

por calles desiertas que pisas, recorres

sin buscar acaso romper con tu ocio

precipitarlo acaso por hoyo profundo

y vagas, y vagas, sin saber destino

sin saber qué calle quedará en tu encuadre

o que pavimento pisará tu sino…

Quieres quien te quiera,

quien te tienda un lazo

una mano amiga, pero nada pasa

ni un loro se para y canta en la ventana

en el patio inmenso, en la azotea

de tu casa, pasa, pasa, pasa, todo pasa

y corre pero nada pasa por tu suelo-casa…

La soledad te atrapa te persigue,

te acompaña siempre como una aventura

que sigue que pasa y que continúa…

Triste es tu mirada, tristes son tus pasos

pero nada que tu vida triste ilumine y gane

pasa y nada cambie; todo sigue igual,

tu tristeza crece, te aplasta, te oprime,

y te desvanece para darte un mañana

más gris acaso que ayer, que antier,

que mañana; pero nada ocurre oprime

en tu pecho triste desventura esa es

tu aventura que crece en tu pecho:

caminante, amigo, amigo de nadie,

sin sentido vagas, sin un rumbo fijo

eres un utópico, eres vagabundo

y no importa descendencia, ni un hijo

ni un loro, ni un perro que ladre

por calles desiertas que pisas, recorres

sin buscar acaso romper con tu ocio

precipitarlo acaso por hoyo profundo…

Triste vagabundo, el fin tal vez llegue

pero todo pasa y tu tristeza crece,

crece, crece, crece, como una tortura

que lastima y crece…