ERES CRISÁLIDA DE AMÉRICA.

[Càstor A. Olivier O.]

Saludo,
a la niña indígena
de América y del Mundo.

La luz del arcoíris dibujaba la senda
donde yacían tus huellas milenarias
tus huellas se transformaron en semillas
tus semillas poblaron el sendero
lo vistieron de araguaneyes y orquídeas
con pétalos hilvanaron la sabana
donde surgieron tribus de colores
con muchas niñas como cotiledones
en nuevo cáliz de la siempreviva
cubriendo toda la tierra Americana.

En un cielo azulito desde el ártico
el Cóndor con sus alas te guiaba
hacia la cordillera donde andaban
los zapotecas, los Mayas, los Incas
con los Caribes, los Cariñas, los Caracas,
soñadores de palafitos y cabañas
duendes del Amazonas, del Altiplano, el Titicaca.

Una mañana el pájaro piapoco
despertaba la aurora con su canto
el Inti, vislumbraba con sus rayos
en fatídico vaivén tres calaberas
guiadas por el tristemente célebre Colón
rodeado de reos y asesinos,
mancillaron tus cotiledones
pisotearon jardines de tu raza
cortaron los pezones
violaron los pétalos de América
y llenaron de sangre los caminos.-

Con tu sangre se dibujaron nuevas sendas
esperanza de tu casta inédita
eres nueva leyenda de la estepa
eres el nuevo cáliz de la orquídea
con los araguaneyes, los turpiales
eres, la nueva crisálida de América.

Cástor A. Olivier O.
El hijo del Cisne.
Patrimonio Cultural de Venezuela.