EL TIEMPO

[Benjamín Adolfo Araujo Mondragón]

EL TIEMPO

EL TIEMPO

Implacable,

sonsonando segundo tras segundo

en esas máquinas que el hombre

ha inventado para medir lo que

no se podía medir; carecemos,

no obstante, del control sobre

él, pero jugamos a que al

medirlo, lo cercenamos, y lo

logramos aplacar, apariencia

falsa: el tiempo no se logra

amaestrar como si fuera una

mascota; las mascotas somos

nosotros, los humanos, con

quienes el tiempo juega

matatena y se divierte...

[Benjamín Adolfo Araujo Mondragón]

Gracias, Edith Elvira...

[Edith Elvira Colqui Rojas]

YES 

[Benjamín Adolfo Araujo Mondragón]

¡Nuevamente gracias por tus comentarios y destacado querida Delia Pilar; buenaventura!

[Delia Pilar]

Muy de acuerdo, Benjamín. Somos víctimas del tiempo. Y por más que quisiéramos hacerlo más lento, el tiempo implacable sigue su curso inexorable. Nuestra invención como humanos al final nos hace pensarlo como nuestro enemigo.

Implacable,

sonsonando segundo tras segundo

en esas máquinas que el hombre

ha inventado para medir lo que

no se podía medir

Te felicito por tu aporte, muy ingenioso, y te agradezco el publicarlo.

Saludos y feliz fin de semana.

[Benjamín Adolfo Araujo Mondragón]

¡Gracias carísima amiga María Beatriz; feliz tarde de viernes y muy buen fin de semana!

[Maria Beatriz Vicentelo Cayo]

Muy buenas letras mi querido Benja!

El tiempo no es ningún animalito para ser amaestrado,  el TIEMPO TIENE SU PROPIO TIEMPO, la medición fue creada por el hombre para su propio orden que en nada  afecta al tiempo, él continúa siendo como es.  Se nace, se crece, se envejece y se muere.  Es el tiempo transcurre inexorablemente.

Abrazos