EL SONIDO DEL SILENCIO... Romance

[Maria Beatriz Vicentelo Cayo]

EL SONIDO DEL SILENCIO

Quedan las palmas abiertas
en regazo del destino
palmas simples, resignadas
conocedoras de olvido
Palmas de verdes inciertos
como la hoja del estío
que con el otoño encima
cae, rueda por el piso
Viene la helada de invierno
a cumplir su cometido
mientras durante la espera
se va ajando, piel y brillo

No quiero hablar de la vida
solo ver su regocijo
mas hay horas en ella misma
que el llanto sale escondido

Y aunque nuestro rostro ria
aunque todo de lo mismo
se nos resquebraja el alma
¡Se nos retuerce el sentido!
¡Y todo quiebra o rotura!
Aprisiona en lo más íntimo

Uno hace todo el esfuerzo
¡Uno exhibe su optimismo!
Levanta con entusiasmo
su copa con el amigo
esa copa que se escancia
con un fondo algo curtido
¿En qué momento se cambia
el sabor del vino tinto?

¡Aun las piernas sostienen!
¡Aun continúan su ritmo!
Aunque en algún momento
sientes el primer indicio
Y callas… ¡Sigues sonriente!
¡Observando por resquicios!
Como Hades con suaves hojas
acomoda tu recinto
Y desde ya,  ves tu fiesta
desde un ángulo distinto
acariciando a los tuyos
¡A todo tu ser querido!
¡Besándolos con los ojos!
Por un... ¡Adiós definitivo!

¡Si!  Dos certezas hay en vida
¡Esa llegada y el despido!
¡Dos encuentros infalibles!
¡Que no podemos eludirlos!
Uno, el venir a este mundo
el otro, el morir sin pedirlo
¡Si, duele!  Aunque uno sepa
que a morir hemos nacido

Y los años van pasando
y el hombre siente el sonido
¡Del más profundo silencio!
Emitido de escondrijos
Y espera…  ¡Ultima  batalla!
¡Valiente, nunca sumiso!

Beatriz Vicentelo
Derechos Reservados

[Iris Girón Riveros]

"...Quedan las palmas abiertas
en regazo del destino..."

Una metáfora tan profunda,

de intensidad inalcanzable y misteriosa,

como el Destino mismo,

cuyo regazo tocamos minuto a minuto,

pidiendo amistad, amor o tal vez alegría.

"...Y espera…  ¡Ultima  batalla!
¡Valiente, nunca sumiso!..."

Y transcurrido el tiempo...tanto tiempo,

solo hay vacío...silencio...mudez sombría,

pero al mismo tiempo

surge la esperanza de enfrentar todo

con valentía, con optimismo,

sobre todo: Nunca con sumisión alguna.

Reflexivas letras perlaste en tu Romance, admirada Beatriz.

FELICITACIONES.