El silencio

[Mary Guzamn Lucero]

El silencio es el recogimiento del Ser en el retorno a su verdad.
(Heidegger)
                                                               El silencio
Reflexión.
La vida está llena de silencios, algunos opresivos, orgullosos, vengativos, castigadores, desilusionados. Tambien tenemos el silencio sanador que eleva la conciencia humana.
Existen varias interpretaciones sobre el silencio. No solo es concebido como una ausencia de palabras, sino como un símbolo o signo según el contexto y la intención con la que se exprese. Según la teoría de la comunicación humana acotada por Paul Watzlawick; toda conducta comunica, es imposible no comunicar y el silencio (como conducta) es una de ellas. En este sentido está lleno de presencia y tiene un gran significado, depende de cómo se use la pausa silenciosa y en qué sentido, como mensaje de doble vínculo, descalificación o rechazo, utilizando gestos silenciosos y plenos de intención que dañan más que las palabras.
También tenemos el silencio de la autoridad, reconocido por la ley en la figura de: “Negativa ficta”. Cuando se ejerce el derecho de petición. Es el derecho que tiene cualquier persona para formular una petición a una autoridad pública; misma que tendrá la obligación de emitir una respuesta en base a lo solicitado; siempre y cuando, dicha petición se formule por escrito, de manera pacífica y respetuosa. Cuando la autoridad no contesta o emite una resolución de manera expresa, dentro de los plazos previstos por la Ley; se entiende en ese silencio de la autoridad que se ha resuelto lo solicitado por el particular, en sentido negativo. Dando lugar a que se ejerzan y exijan los derechos subjetivos públicos violentados por vías legales.
Por otra parte tenemos en nuestro ámbito; la literatura, el silencio como símbolo poético. Ese lo conocemos muy bien y lo utilizamos al emplear la palabra como un significante simbólico y metafórico.
En las tradiciones filosóficas y religiosas como el hinduismo, el budismo, y el Zen, el silencio tiene un lugar central desde la meditación, al igual que en otras religiones como el cristianismo, islamismo y judaísmo en los que la oración y la meditación tiene gran importancia como medio de acceder al silencio.
Los grandes pensadores y místicos de todas las tradiciones culturales y filosóficas han coincidido en reconocer que para que la mente logre acceder a los aspectos más sutiles de la consciencia de la existencia humana es necesario el silencio. Al llevar a la mente a un estado de quietud, de completo silencio, donde no existe opinión, juicio, condena o evaluación alguna a través de la oración y meditación, se puede llegar a un estado de paz, amor y gozo.
El Taoísmo, basado en las enseñanzas de Lao Tse, quien profundizó sobre la conciencia del hombre con rimas muy sencillas y fáciles de comprender, fundamentó su contenido en una filosofía mística como forma de vida; en la propuesta de abrazar el yo interno hasta llegar a tocar las fibras que componen lo más íntimo del ser humano en la aceptación de ese todo abarcador llamado “Tao”; incluyendo tanto lo bueno, como lo malo de la existencia. El Tao es imparcial y sin juicios, no critica, tiene una compasión infinita y no conoce la dualidad.
El taoísmo, tiene como finalidad guardar silencio; no hacer, no forzar la situaciones, dejar que las cosas fluyan y se acomoden de manera natural, dejando que el silencio por sí mismo actúe en la comprensión de la sabiduría de la vida. El Tao ve la esencia, no el exterior, pretende alcanzar la armonía entre corazón, mente y cuerpo para enaltecer la espiritualidad. Para Lao Tse; “El sabio prefiere la no acción y se mantiene en el silencio.”
Ramana Maharshi, tiene la convicción de que el silencio habla siempre y es el flujo perenne del alma, es interrumpido con la palabra, ésta; obstruye este lenguaje mudo. Este tipo de silencio es paradójicamente para él, la elocuencia incesante del espíritu; el mejor lenguaje. Buda lo llamó el noble silencio.
No es intención de la presente reflexión entrar en el análisis profundo del sentido místico o filosófico del silencio, pretende más bien, hacer conciencia sobe el mismo y destacar su virtud sanadora.
En nuestra sociedad moderna, sumida en un vertiginoso ritmo de actividades que saturan de ruido, pensamientos obsesivos y producen emociones destructivas hemos perdido de vista el silencio como posibilidad de encuentro con nosotros mismos, como un hábito de vida que puede conducirnos a un estado de paz y armonía.
Cuando nos sentimos llenos de desilusión, ira, duda, miedo, tristeza siempre podemos recurrir al silencio como un medio infalible de regresar a casa. La quietud de la mente permite el encuentro con Dios en nuestro corazón (cualquiera que sea el Dios al que le recemos, y; si somos ateos a lo que sea más significativo espiritualmente).
El silencio permite llegar a la certeza de que la fuente de la paz está adentro de nosotros y no en las respuestas de cualquier índole que nos da el mundo sobre lo que acontece o deja de acontecer. Pone fin a la búsqueda de soluciones afuera, nos pone a salvo de todas las creencias limitantes dejando el reproche de la culpa que es pérdida de energía, sin tener de donde asirse.
No podemos tener paz al tratar de cambiar las situaciones que nos hacen sufrir afuera, ni podemos cambiar el estado de las cosas y circunstancias que nos devastan emocionalmente; ese es un camino que no lleva a ninguna parte. Lo que si podemos hacer; es aceptarlas tal como son, aquietar la mente, dejar los pensamientos libres de juicios, sensación de pérdida, preocupación, culpa, condena y necesidad de ataque o defensa; eso es lo que nos enferma y arrastra hacia el odio, ira, deseos de venganza, miedo y tristeza.
Podemos en esa quietud que brinda el silencio, percibir y experimentar el ser tal como es, volvernos hacia adentro, y; desde ese enclave donde mora el espíritu, sentir en cada respiración, la presencia viva que somos.
La mente quieta, nos permite encontrar en el silencio un beso para el alma.
Mary Guzmán© Tijuana B.C México, 21 julio 2019

[Mary Guzamn Lucero]

Como bien lo dices Beatriz, el silencio se puede usar de maneras indistintas, positiva o negativamente. Así tenemos el minuto de silencio para honrar y dignificar a quien ya ha dejado la envoltura terrenal, el silencio usado como ley del hielo para castigar a otro u otros y que lastima más que las palabra, por citar dos casos.
La reflexión que he compartido está inclinada a significar el silencio como cese de pensamientos, quietud de la mente, que permite autodescubrir lo que realmente somos en esencia, apropiarnos de lo la presencia viva amorosa, serena, gozosa. Nos invita a abandonar la actitud de la mente que crítica, autocritica, juzga, condena, coloca etiquetas de todo tipo, que nos aleja de la paz.
Simplemente cerrar los ojos, parar el ruido interno, respirar profundamente; ir hacia adentro nos conduce a la verdad que no se encuentra en los libros, a la sabiduría interna donde radica la felicidad y la paz.  Entiendo que hay muchas formas de reflexionar sobre el silencio. Precisamente esa búsqueda de respuestas nos permite encontrar y elegir de qué forma queremos escuchar la voz del silencio para volver amorosamente casa.  

Muchas gracias por tus comentarios. Un  fuerte abrazo 

[Maria Beatriz Vicentelo Cayo]

El SILENCIO ESTA AHI,incòlume el HOMBRE lo utiliza de acuerdo a su CONCIENCIA.. y hay SILENCIOS muy agradables como MORTALES!!  En los silencios hablas CONTIGO MISMO

Gracias,interesante compartir

[Maria Beatriz Vicentelo Cayo]

Los SILENCIOS estàn ahi,  tranquilos,  EL HOMBRE los maneja como quiere.  Y muchos y las grandes filoìas    dicen que EL SILENCIO, es BUENO porque uno conversa  CONSIGO MISMO... ¿Còmo està tu conciencia?   Como estè tu CONCIENCIA, dependiendo de ella,  TU SILENCIO serà placentero o MORTAL!

Gracias,  en Internet busquemos FILOSOFIA DEL SILENCIO, es muy positovo

Saludos