EL PIJAMA

[Freddy Jesús]

EL PIJAMA
El buen amigo Rubén,
dijo a su esposa Teresa.
Hoy te daré una sorpresa
que espero te caiga bien.
En el trabajo me ven
como un señor ejemplar.
Y el jefe me va a invitar,
igualmente, a un compañero,
para alquilar un peñero
y salir luego a pescar.

Qué bueno cariño mío
dijo su esposa sonriente.
Es lógico y muy prudente
pues el yodo te da brío.
Pero esta vez sí confío
que mantengas la templanza.
No abuses de la confianza.
Disfruta el medio marino
y es mejor que tomes vino,
pues no te abulta la panza.

Y para cuándo es el viaje,
le preguntó su señora.
El viernes cuando la aurora
aparezca en el paisaje.
Dicen que es bello el paraje
pues lo cuidan con esmero.
Allí con mi jefe espero
comer jurel con topocho,
y tal vez un buen sancocho
con la cabeza del mero.

Como te enteraste de eso
quisiera esposa del alma,
estrenarme ese pijama
que no me hace ver obeso.
Pues he bajado de peso
porque dejé de cenar.
No se te vaya a olvidar.
El pijama es muy liviano.
Es bueno para el verano
y me lo quiero llevar.

Teresa siempre obediente
acató las instrucciones.
Arregló medias, calzones,
y todo lo pertinente.
De manera diligente
empacó un suéter de lana,
por cuanto su piel es sana
y siempre cuido precisa.
Así soporta la brisa
que da frío a la mañana.

El domingo, al regresar,
Rubén habló con su esposa
y le dijo que era hermosa
la vista que daba el mar.
Pero no pudo estrenar
el pijama de la siesta,
porque su traviesa testa
no pensó que era importante.
Ya que lo buscó bastante
y no estaba en la maleta.

Teresa escuchó paciente
lo que su esposo decía.
Y le dijo, vida mía,
no te hagas el inocente.
Soy bastante diligente.
Tengo la memoria fresca.
No quiero ninguna gresca.
Pero el pijama bendito
te lo puse arregladito
en el maletín de pesca.

Rubén quedó sorprendido
y no supo cómo hacer.
Lo descubrió su mujer
usando el sexto sentido.
Ahora está confundido.
Por incurrir en tal fallo.
Anda sin silla y caballo.
Perdió el lápiz y el papel.
Aunque se pasó de fiel,
como a diario lo hace el gallo.

Freddy Belisario Capella.
The Woodlands. Texas.
Marzo 13/2020.

[Paloma Perez del Pozo]

Magníficas décimas espinelas encadenadas que he disfrutado leyéndote. Un fuerte abrazo amigo.

[Maria Beatriz Vicentelo Cayo]

jaja   No se fue de pesca el bandido, se creyó inteligente y la mujer lo fue más! 

Sin duda alguna, cada esposa conoce a su marido y sabe de cual pie cojea;  a veces no está muy segura y para mantener la confianza le pone trampitas a ver si continua "derechito" 

Algunas veces reclama, en otras se queda callada porque lo que ella busca no es hacer pleito,  sino saber si es honesto para  saber a qué atenerse.

"Al sol no hay que mirarlo de frente, siempre entrecerrando los ojos"

Gracias mi admirado poetazo!

Su buen humor es CAPTURANTE!

Miles de abrazos