EL PÁJARO CARPINTERO Y LA CAOBA
Había una vez un pájaro carpintero que no le gustaba vivir en el bosque porque allí hacia mucho frió, por eso vivía solo en la ciudad, porque allí la clima era cálido pero allí no tenía que comer , ni tenia amigos, por eso iba siempre al bosque en busca de comida y visitar a sus amigos pero un día que fue al bosque, el sol empezó nublarse, y él no se daba cuenta que iba llover, seguía celebrando tranquilamente su reencuentro con sus amigos, pero de pronto empezó caer el granizo y el relámpago.Y al sentirse amenazada por la lluvia el desesperado buscaba un refugio, y al no encontrarla empezó labrar a la caoba, y la caoba llorando exclamaba por su vida diciendo:¡carpintero, carpintero sé que soy muy útil para ti! ¡Pero aún tengo sueños que cumplir! ¡Dar la vida a la naturaleza! y si tú me permites cumplir mis sueños te voy a dar de premio un refugio y alimento.
Y el ave seguía labrando no oía los beneficios que lo ofrecía la caoba, pero de pronto cayo un fruto a su pico hasta quebrarlo y el pobre pájaro cayó al suelo revolcándose de dolor y sus amigos al verlo sangrar pedían auxilio a gritos, y la caoba al oír los gritos de los aves, fue salvar la vida del carpintero y luego le dio un refugio, y alimento a él y a sus amigos y a si quiso limpiar su conciencia que ella lo provoco esa tragedia.
Y el pájaro carpintero de agradecimiento le curo las heridas que el mismo lo causo, pero el pájaro carpintero estaba muy apenado de su vida, al saber que ya nunca podía trabajar como carpintero, por eso él toma la decisión quedarse en el bosque aunque la clima no le asentaba, lo único que le daba aliento era estar junto con sus amigos y ver llegar el verano.
Y la caoba no dejaba de sentirse mal, al verlo triste al pájaro, ella antes que salgue el sol quiso aprovechar para entregarlo un pico postizo y a si alegrarlo la vida pero el pájaro no quiso recibir el obsequio, porque él se sentía en deuda con ella, pero a la caoba no le quedaba otro opción, decirle la verdad y la vez pedirle perdón por el daño que le causo.Y al pájaro carpintero no le quedaba de otro que recibir, porque él también lo había causado el daño, por eso ambos se perdonaron y se abrazaron.Y también el pájaro carpintero por su hospitalidad le dio un obsequio cien bolsas de abono para que ella se mantenga viva y regia hasta la eternidad.
Y gracias a ese obsequio hoy luce la caoba espectacular en el armario, en el repostero y en el escritorio.Y cuando apenas llegó el verano, el pájaro carpintero hizo una jaula para sus amigos y luego les entrego a cada uno de ellos, antes de irse a la ciudad, pero al verlo llorar a uno de sus amigos el acepto quedarse, y nunca más pensó irse a la ciudad y sus amigos lo recibieron muy contento en la casa que él mismo los obsequio, y todos vivieron felices y el pájaro carpintero acepto su misión porque para eso Dios lo había creado para vivir en el bosque.
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