EL MAÍZ DE MI TIERRA DE CONTUMAZÁ

Rosa Elizabeth Chacón León/Elizabeth Chacon Stevens.

Contumazá, “Nido de Cóndores,” Perú.

Miami, “Tierra Primaveral,” U.S.A.

estevens14@hotmail.com

estevensr14@gmail.com.

 

     Nuestra vida es la siembra nuestra esperanza, ser sembradores y producir nuestros propios alimentos. Nuestra relación con la siembra de maíz es una tarea minuciosa y detallada, crea vida a diario y, para ello, ponemos atención a ciertos ciclos de vida que le dan orden a nuestra vida y le dan gran sentido de responsabilidad a nuestro ser porque en el cultivo seguimos los hilos dorados del sol durante todo el año para hacer un verdadero tejido de estaciones matizadas, de climas y de humedad.

 

     Somos campesinos y la ciudad nos mira con lupa por ser diferentes y porque resistimos imposiciones y vemos claramente los ataques de rasgos culturales y el maíz es un gran rasgo cultural que se percibe, se tolera, pero vivimos en cambios multiculturales y los cambios culturales traen modernización. Sin embargo, valga mencionar que nuestro pasado no se puede guardar en una sepultura, en un museo sí, porque hay que entender que nuestra vida sin maíz, sin siembra sin cultivo, no es vida ni da de comer a los seres humanos ni a los animales.

 

     El maíz es un tejido intrínseco matizado de grandes generaciones que se van ovillando y tejiendo con las relaciones de vida. Lo conservamos en graneros para luego seguir sembrando y cuando sea necesario. El maíz es versátil y nos llena de esperanzas porque rinde mucho a partir de unas cuantas semillitas y se adapta y es nutritivo.

 

     Como hija de Contumazá, enaltezco la capacidad de trabajo y conocimientos del agricultor contumacino, quién sostiene sus prácticas productivas, tradiciones, costumbres y creencias dentro del núcleo familiar, con sus ritos, su alimentación, su expresión y formas de cultivo, labranza y cosecha; al finalizar el barbecho, la deshierba es el primer beneficio. También, tenemos nuestros bailes folclóricos y música; es allí donde nace el yaraví que se profundiza en nuestra alma por efecto del dolor cuando hay sequías.

 

     Nuestra madre tierra de Contumazá cuenta con extensos campos de cultivo del maíz en distintos terrenos y climas y se cultiva en tierras escarpadas, en planicies, en cañadas, en terrenos fértiles o pedregosos. Nuestro maíz tiene diferentes sabores y gran textura: blandos, duros o harinosos; tiene diversa tonalidad: desde claros hasta los más oscuros: blancos, rojos, amarillos, azules, negros, pintos, morados, con mazorcas pequeñas o grandes, con granos dientones o finitos, con caña gruesa o delgada. Con las hojas, raíces y mazorcas tiernas y barbas o cabellos finos del maíz hacemos una infusión de té para el emoliente diurético que se utiliza para disolver cálculos renales. Como ven, el maíz tiene muchos usos además de ser nutritivo.

 

     Contumazá tiene una riqueza típica andina en el maíz y de gran potencial en nuestra gastronomía. Cada grano de maíz nos sirve para pulverizarlo en molinos para obtener un sabroso pan de harina de maíz, para hacer el suculento y dulce sanguito, un postre hecho con esta harina. El maíz blanco, grande, duro y harinoso, suave al tacto, lo usamos para el mote, hervidos en agua y servido en platos de seviche, en el rico caldo de mondongo o patasca. El maíz amarillo y pintos sus granos son tostados para la deliciosa cancha como substitutos del pan y como refrigerios porque sus granos de terciopelo son dulces y harinosos. Para las harinas de los tamales y sopas, los granos se muelen húmedos después de lavarlos, al ser cocidos en agua y cal para ablandar la cascarilla. Las humitas se hacen con maíz fresco, al igual que el pepián. Se hacen pasteles de maíz y mazamorras, como la mazamorra morada al hacer uso del maíz morado y combinado con el arroz zambito que es un deleite para el paladar. El maíz se usa para la chicha morada, que es un delicioso refresco, con mazorcas hervidas con especias y azúcar. Tenemos el maíz marrón o rojo que usamos para hacer la chicha de jora, con granos fermentados y azucarados. Nuestro maíz amarillo o morocho contumacino es también usado para confites y palomitas de maíz. Los maicillos dulces y blancos le dan mucha prestancia a nuestra tierra andina contumacina al usar el choclo hervido con queso.

     Quiero recalcar que Contumazá no puede sucumbir ante el mundo pujante con la modernización simplemente porque somos campesinos, por ello, debemos cuidar nuestro territorio, sus bosques, el agua, los seres vivos y animales que habitan porque todos somos el corazón de la tierra, somos la identidad de nuestros pueblos, la riqueza del alma, la fortaleza que mantiene la tierra y la semilla viva. Soy contumacina y mi único propósito es promover y fomentar el cultivo de maíz y sus diferentes usos.

 

Gracias por leerme y espero les guste. Para mejorar deseo sus críticas constructivas.

Bendiciones a todos.

09/09/2021

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Comentario

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PLUMA ÁUREA
Comentario de Benjamín Adolfo Araujo Mondragón el octubre 1, 2021 a las 7:33am

¡Preciosa prosa para el rescate de nuestras culturas, Rosa Elizabeth!


PLUMA MARFIL
Comentario de Rosa Elizabeth Chacón León el octubre 1, 2021 a las 12:09am

Aimée Granado Oreña ,

Amiga querida, me honra con su distinción: PUBLICACIÓN DESTACADA.

Es un motivo grande para seguir escribiendo y mejorando.

La Madre Naturaleza nos brinda tanto que merecere que la tratemos como a la niña de nuestros ojos y alabemos la labor del agricultor que suple las necesidades de la tierra porque la tierra nos brinda sus delicias y bondades.

Gracias ... Gracias infinitas por su grata visita y oportuno comentario.

Un beso a la distancia y mi cariño.

agradecimiento flor | Imagenes para dar gracias, Imágenes de gracias, Gifs animados de gracias


PRESIDENTE HONORARIO
Comentario de Aimee Granado el septiembre 30, 2021 a las 11:38pm

Me ha encantado esta manera tan especial de acercarnos a la vida y  las costumbres de tu tierra con los tesoros que la distingue.

El amor a la madre tierra, a la naturaleza proveedora de lo necesario para vivir con decencia, vinculados al sacrificio y al tesón con que se trabaja, aparece entre líneas para dejarnos ver tu espíritu hacedor y la sensibilidad que te ha inspirado.

Bella labor la del campesinado de tu tierra que feraz abre sus puertas a la esperanza en el amor y en el trabajo que dignifica. ¡ Y qué decir de los sabrosos manjares que ofrecen sus delicias para disfrutar las bondades de ese maíz bendecido de tu tierra amada!

¡Nos has dado una muy bella lección!

Muchas gracias por tu compartir.

Ha sido grato leerte.

Ando revisando  cada texto  para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.

Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.

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