A la Profesora.
Niria Amario, guía y educadora de mis hijos.

El último Unicornio. Era mi Unicornio
cuando yo moraba en el Olimpo
al lado de Pólux y mi madre Leda
la selva olímpica nos envolvía en su magia
mi joven Unicornio, adolescente aún
brillaba con sus colores de arcoíris
y su atractivo cuerno de colores cromáticos
estaba enamorado de la luna
soñaba volando entre las nubes
persiguiendo libélulas doradas
y se embriagaba con el perfume de las flores.

Un día se enamoró de una Princesa
hija de Zeus, y una Bella Dama terrenal
la Doncella lo cautivó con su mirada
lo montó en pelo y lo dejó correr
desbocado salió de su morada
y perdiendo su cuerno entre la selva
perdió su libertad.

Se convirtió en todos los caballos de la tierra
hoy pasta en las praderas
y come hierba seca en el establo
sólo su cuerno, sigue brillando entre la selva.

El último Unicornio, era mi Unicornio
Cuando yo moraba en el Olimpo.

© Cástor A. Olivier O.
El hijo del cisne.
Venezuela.

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