EL HOMBRE, HOY

[Marta Elena Díaz]

  En esta vorágine de pensamientos donde lo ilusorio,  lo vivido, lo negado, lo frustrado, lo permitido, lo prohibido, conlleva al hombre a disfrutar de una vida quizá mediocre, quizá ingenua, quizá inexistente,  junto a  mentes  redondas, corazones de terciopelo, ojos de chocolate y manos de pluma.

   La realidad supera la ficción, los valores se fueron esfumando llegando a un…”¿y  eso qué es?”.

   El corazón se hizo cofre de recuerdos, el inconsciente se bloqueó, la lengua pronuncia palabras huecas, vacías de contenido o pletóricas de lisonjas.

   El mundo ya no es “el mundo”, es el futuro traído al presente, es la decadencia, la vanalidad,  el algoritmo de lo inentendible; la metáfora del “ya fue”.

   Su claridad se opacó,  sus aguas están sucias, sus cielos perdieron color, sus pájaros emigraron, su luz no brilla más.

   ¿Y el hombre?... el hombre es la consecuencia de las circunstancias; es la venta de principios por cobros en moneda; es la indiferencia ante el que poco tiene; es la  sobrevaloración  que siente el rico sobre el pobre, es el narcisismo de la nada misma, es la apariencia, el poder, la riqueza, aunque sólo le interese la  riqueza económica.

   ¿Cómo cambiar esta situación?

   Vos, que estás leyendo, que seguro  asentís esto porque lo ves desde la primera fila de este teatro de marionetas,  tenés el arma fundamental para cambiarla.

   No son muchos los elementos necesarios, sólo:  Honradez, Dignidad y Valores.

 

Marta Elena Díaz 

[Hugo Mario Bertoldi Illesca]

Liliana Mariza, Amiga, ofrezco mis disculpas por la demora en mi devolución y agradecimiento a tu comentario. Va mi abrazo y mis buenos augurios para todo lo que emprendas. 

[Hugo Mario Bertoldi Illesca]

En homenaje a una amistad, la nuestra, querida Marta, decidí retornar a esta publicación para escuchar nuevamente a Jennifer Hudson y Tom Jones, dos voces estupendas, en la interpretación de un tema cuya letra nos induce a ver lo bueno y lo malo que un hombre puede llegar a ser, aunque, nada sería sin una Mujer, COMO LO ERES TÚ. 

Abrazo a la distancia y mis buenas energías para ti, Amiga hermosa. 

[Liliana MarIza Gonzalez]

¿Y el hombre?... el hombre es la consecuencia de las circunstancias; es la venta de principios por cobros en moneda; es la indiferencia ante el que poco tiene; es la sobrevaloración que siente el rico sobre el pobre, es el narcisismo de la nada misma, es la apariencia, el poder, la riqueza, aunque sólo le interese la riqueza económica.

Muy bello 

Gracias 

mary

[Hugo Mario Bertoldi Illesca]

¡Gracias, Amiga!!! He aquí un obsequio merecido para ti, con la invitación a jugar a que somos, tú, Jennifer Hudson, y yo, Tom Jones, a quien admiré de adolescente y lo sigo haciendo, más aún, en su hermosa madurez. ¿Cantamos?

[Marta Elena Díaz]

Amigo!!! siempre tan cerca de mi corazón, gracias por tus palabras, por tus inmerecidas apreciaciones.

Gracias amigo del alma!!!, me dan ganas de seguir escribiendo, aunque sea para vos.

cariños

Marta

[Hugo Mario Bertoldi Illesca]

Casi olvidaba, amiga querida, ofrecer mis disculpas por el atrevimiento de mi alter ego y amigo, don Irredento, quien suele aprovechar mis descuidos para entrometerse y dejar furtivas huellas de su paso en mi computadora. Abreso. 

[Hugo Mario Bertoldi Illesca]

Marta, Amiga preciosa (literalmente), leído y releído tu imperdible texto, advierto en cada frase una mirada, y en las miradas todas, un paisaje caótico que abruma y desconcierta, mas, no a este lector, "rara avis" que sobrevuela y mira con lentitud de oruga y ojos de chimpancé curioso y lúdico, buscando en el horizonte nuevos árboles para viajar con las más aptas "lianas" por la temible "jungla citadina", sin temores a ocasos catastróficos, y, sí, atento a los nuevos paradigmas que ofrece (o acaso impone) un vetusto sistema, corrompido y carente de los valores que tan bien citas en el final como broche a un artículo estupendo y, más aún, necesario. Abrazonrisas y mis FELICITACIONES junto a mi especial agradecimiento por compartir el fruto de tu talento. 

[Hugo Mario Bertoldi Illesca]

¡Amalaya, ña Martita!

¡Qué martiyazo le a dau

"juhto en el clavo"! E pasau

tan cerca de su casita

que me dije: la chinita

que vive aquí eh sabia y ducha;

tiene su ehperiensia, ¡y mucha!,

acá nada eh dehperdisio;

¡acaso sú' nico visio

sea el cimarrón, ña Martucha!