El DIOS QUE HABITA EN MÍ

[Elias Akhenaton]

El DIOS QUE HABITA EN MÍ

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El Dios que habita minh’Alma,

Viene de la aurora dorada

Con sus rayos vivificadores

Que renuevan las Esperanzas y la Fe

Para un nuevo día...

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Viene de los lírios de los campos y

De los jardines floridos...

Viene del crepúsculo del Sol con

Su espectáculo de colores dorados

En el horizonte...

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Viene de la noche enluarada

Con sus estrellas brillantes,

Relucientes, estrellas cadentes

Y su Luna encantada...

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El Dios que habita minh’Alma,

Viene del divino rocío

De la madrugada

Con sus gotículas prateadas

Cayendo sobre las flores delicadas...

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Viene del lindo azul del mar,

De toda a la naturaleza,

De las matas verdes e igarapés,

Cascadas y del lindo

Canto de los passarinhos

Como el canto del ruiseñor y

Del bien-te-vi...

Viene de los Salmos de Davi....

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El Dios que habita minh’Alma

ES el Dios del Amor, de la mística roja flor,

Del peregrino y trepidante beija-flor,

De los nobles sentimientos

Y enlevados pensamientos...

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Viene de la lluvia que hace brotar...

Viene del místico arco-iris

Con sus colores sutis...

Viene de la melodía

De la inspirada poesía...

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Finalmente, el Dios que habita en mí

ES lo aunque está en toda parte,

En todo y en todos,

En mi y en tu corazón,

Somos hijos de la misma creación,

Del mismo Padre Creador,

Por lo tanto, somos todos Hermanos,

Hijos del Amor.

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Elias Akhenaton