EL CUARTO DE LOS MARTIRIOS
Cualquier relación conmigo es pura ficción:
Nací y crecí en el cuarto de los martirios, al lado de mi madre.
La humedad y el olor a pobreza me hicieron inmune al dolor. No recuerdo que ella me haya dado un beso, quizás entendía que no lo necesitaba, por mi sonrisa fría y estoica. . Solo recuerdo las clases de supervivencia que me enseñó. Aprendí con sus castigos a estar de pie sin moverme todo un día. A soñar mientras era golpeada. a sentir los gritos en varios idiomas, sabores y constancias.
Aprendí a controlar mis sentimientos y mis impulsos de debilidad, aprendí la mejor lección a no llorar.
En la escuela los alumnos me tenían miedo, desde el día que le grité a mi profesora, si le grité con ganas, le grité con gusto amargo por votarme del aula... -por tener piojos.
En las noches que no me golpeaba mi madre, nos sentábamos a la mesa a mirarnos los ojos. Parecíamos dos demonios detenidos en el tiempo. Dentro de un cuadro de óleo del siglo en que el Vaticano colgaba a las brujas.
Pero una noche fue diferente. Algo me iba a decir. No escuchaba su voz desde que nací. Ni Siquiera sabía si era muda o hablaba ya que solo gritaba...De pronto: Dio un golpe en la mesa y me dijo: - PERDONAME HIJA.
Y continuó:
- La mejor manera de honrar a nuestro corazón que no se cansa de latir, que no se queja de trabajar día día a toda hora. Que no se inmuta ni llora ,,,la mejor manera de honrarlo es perdonando y amando a los que te aman y a los que no te aman también.
Desde es día no dejó de volar, volando todo lo mas que pueda, volando como una mariposa en busca de una rosa, pero no una rosa cualquiera, una rosa que me hiera con sus espinas.
¡Tienes que ser miembro de ORGANIZACION MUNDIAL DE ESCRITORES. OME para agregar comentarios!
Únete a ORGANIZACION MUNDIAL DE ESCRITORES. OME