EL COCODRILO Y LA IGUANA (Fábula)

[J.Jesús Ibarra Rodríguez]

EL COCODRILO Y LA IGUANA (Fábula)

Una joven iguana que vivía cerca de un pantano, un día se acercó hasta el agua,

sin saber que allí moraba un cocodrilo, que en ese momento a ella se acercaba,

pensando que su almuerzo había llegado. Nunca conoció a una iguana,

y lo mismo sucedido con la iguana, que nada sabia del reptil.

El cocodrilo se le quedó mirando y creyó que era uno de su genero,

pero de tamaño más pequeño. luego le preguntó-¿ de donde vienes, no

eres de casualidad uno de nuestra especie que hace tiempo se alejó?-

La iguana le contestó- no soy quien esperabas encontrar, yo soy

una iguana y me parezco algo a ti pero de tamaño mas reducido-.

Al cocodrilo le pareció simpática y le perdonó la vida al conocer

más de sus características. Desde entonces todos los días platican

en el pantano diciéndose sus vivencias en sana armonía.

   Moraleja: Las apariencias engañan, y solo cuando se conoce bien

                      a otro ser, se establece una buena relación y mejor trato.

J. Jesús Ibarra Rodríguez.

México. D. R .

Imágenes de Internet.

[J.Jesús Ibarra Rodríguez]

Elias Antonio Almada, estimado amigo poeta, gracias por seguir mis letras.

Te envío un fraternal abrazo.

[J.Jesús Ibarra Rodríguez]

Delia Pilar, apreciada y distinguida poeta y escritora, gracias por gastar el tesoro de tu tiempo

en recorrer mis letras. Tu amplio y especial comentario refleja tu filosofía de la vida.

Extrapolando las situaciones de otros seres a las de los humanos, surge el ejemplo a seguir,

a recapacitar sobre las conductas erróneas, que llevan a malos entendimientos.

Te reitero las gracias por concederle el DESTACADO, a mi trabajo literario.

Recibe con afecto un amplio y fraternal abrazo.

[J.Jesús Ibarra Rodríguez]

Críspulo Rufino Cortés Cortés, ilustre y activo escritor y poeta, te agradezco la grata presencia en mis letras.

Tus comentarios son ríos de motivación y animo.

Recibe hasta el Reino Español un fuerte abrazo.

[Delia Pilar]

Así es, mi apreciado J. Jesús. 

¡Cuánta razón tienes, amigo!

Por eso debemos ser muy parcos al momento

de emitir juicios y críticas destructivas porque

¡cuántas veces nos equivocamos haciendo mucho daño!

A veces guardamos rencor contra una persona que

conocemos insuficientemente sin un fundamento y

cuando logramos conocerla brota el cariño y

nos cercioramos de ¡cuán equivocados estábamos!

Precioso poema, tus obras con moralejas enriquecen 

nuestro acervo cultural, literario y ético lo que se te agradece.