De tu mano me inspiro y camino
si el destino conspira evidente,
cuando siente el refugio y abrigo.
El sendero es indemne entre letras
y penetras exentas quimeras,
sin postreras promesas abyectas.
Y resulta el ileso romance
cual avance de intentos osados,
los ansiados senderos y azares.
Mientras tanto tus ojos confesos
de traviesos estigmas se ufanan,
cuando emanan prudentes los sueños.
Aforismos sublimes y anhelos
cual desvelos de ilusos umbrales,
son caudales que escrutan su ingenio.
La esperanza sorprende asequible,
comprensible sin plagios ni esquemas
de anatemas triviales que obstinen.
De tu mano me inspira el denuedo
cuando el credo que anima conmueve
y se atreve a retar lisonjero.
Aimée Granado Oreña ©
Comentario
Un poema lleno de esperanza y tienes razón en tu planteamiento
de sueños, ya que los hombres piensan de una manera y las mujeres de otra.
Sin embargo dicen que los amores más intensos son los de los amantes.
Un gusto leerte amiga
Abrazos
Kokul 'al
La experiencia del amor es análoga a la experiencia religiosa. Amar es “mirar el alma”. Eso pasa entre los amantes. Eso hace Dios con los hombres.
Los amantes se dan la mano para sellar la infinita realidad de amar. No recibirás promesas falsas, porque tu mirada abarca el parpadeo de la inquietud.
Un poema que oculta la esperanza de amar.
¿Sabes? Te espera.
Abrazo.
Alejo
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