A Platero, en sus ciento cuatro años de edad.

A Juan Ramón, en el cielo de Moguer.

A Aguedilla, la loquita de la calle del Sol

que, al poeta enviaba, moras y claveles.                                                                                                                                                                                                

                                                                                                                                                                                                   

                                                                                        ***************

Quisiera conocer las huellas de Platero

y decirle a Aguedilla, 

a la mía Aguedilla,

que, en cielo moguereño,

aquel tierno y peludo borriquillo

aún continúa guardando

los efluvios de todas sus andanzas.

 ¡Cómo corre mimoso!

 

¡Todavía!

 

Las marismas siguen, como ayer, risueñas.

Y el Moguer de hoy, después de tantos años,

ofrece sus caricias a la gente

que quiere conocer sus claras tardes.

 

Yo voy a columbrar, estoy seguro,

la historia de Platero

y su recuerdo en flor.

 

Porque las uvas moscateles,

y la ambrosía soñada

siguen siendo turíbulos.

 

 ¡Todavía!

 

Y el poeta recuerda

las moras y claveles.

 

¡Todavía!

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Comentario de Aimee Granado el noviembre 22, 2020 a las 1:53am

...aquel tierno y peludo borriquillo

aún continúa guardando

los efluvios de todas sus andanzas.

 ¡Cómo corre mimoso!

 

¡Todavía!

 

Las marismas siguen, como ayer, risueñas.

Y el Moguer de hoy, después de tantos años,

ofrece sus caricias a la gente

que quiere conocer sus claras tardes...

Ciento cuatro años de creada esta maravilla que ha trascendido el tiempo y las fronteras.

Tanto que decir , tanto que expresar y Platero aún continúa destilando el amor a raudales.

La narrativa del autor, Juan Ramón Jiménez, en Platero y yo, se caracteriza, en principio, por la gran cantidad de detalles, descripciones y uso de recursos literarios empleados a lo largo del texto, lo cual invita al lector a ir más allá de la simple imaginación recreando  los escenarios y  cómo ocurrieron los hechos.

Me ha encantado este aporte, mi estimado, Luis, es tan bello recordar pasajes y acercarnos a revisar capítulos de esta obra que ha dejado sus huellas en el corazón de lectores de todas las edades.

El narrador, que se considera que es la voz del autor, relata constantemente todo lo que sucede, hace o piensa, bien sea que se encuentre al lado de Platero o no. Constantemente transmite su cariño y devoción por el tan encantador burro, al que todos los niños quieren.

Las breves historias narradas a lo largo del texto exponen diversas situaciones de la vida cotidiana que afectan a las personas de diferentes maneras, de ahí su vigencia extraordinaria. 

Gracias amigo por esta oportunidad de acercarnos a esa obra maravillosa que representa la transición de la narrativa del modernismo y de todas las corrientes posteriores que supere la tendencia romántica, modernista y superficial, para invocar las experiencias y emociones reales, cotidianas.

¡Felicitaciones por tan brillante entrega!

Ando revisando  cada texto  para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.

Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.

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