¡Cuando Morimos Nacemos!            

   Glosa

 

Cuando se despide un año, dando paso al año nuevo

Sin que lo pueda evitar, me apabullan los recuerdos

Y el llanto quiere fluir, pero logro contenerlo

Porque sé muy bien ¡Mamá!, que estás feliz en el cielo

Con tus amados David, con tu Mario más pequeño

Con tu otro Mario y Mimí, escondiéndose en tu pelo

Haciéndoles morisquetas, para mirarlos riendo

Pero no me siento triste, te lo juro estoy contento

Porque me encuentro seguro, de que llegará el momento

Que en presencia de Jesús, nos abracemos de nuevo.

 

Son ya sesenta y nueve años, viéndome en el mismo espejo

Pero aun no me acostumbro, tengo que reconocerlo

Pues mi corazón y mente, se llenan de sentimientos

Cuando se despide un año, dando paso al año nuevo

 

De la cinta ya grabada, mi mente descorre el velo

Y pasan una por una,  las causas de mis desvelos

Y al mi corazón hacerse, cómplice del desconsuelo

Sin que lo pueda evitar, me apabullan los recuerdos

 

De los seres que llegaron, de los seres que se fueron

Unos apenas llegando, sin cristalizar sus sueños

Otros después de vivir y acariciar sus anhelos

Y el llanto quiere fluir, pero logro contenerlo

 

Ya que al final comprendí, que no existe nada eterno

Que no se debe olvidar, lo que ofreció el Ser Supremo

Que seguro cumplirá, ¡Cuando Morimos Nacemos!

Porque sé muy bien ¡Mamá!, que estás feliz en el cielo

 

Hablando con mi Abuelita, con mi Pápa Doroteo 

Con tu hermano Narcisito, con Don Gustavo, Mi Abuelo

Recordando con Elisa, las travesuras que hicieron

Con tus amados David, con tu Mario más pequeño

 

Que sentados en tus piernas, estás llenando de besos

Cuando les sacas los gases, después de darles tetero

Cantando arrorró mi niño, duérmanse ya mis luceros

Con tu otro Mario y Mimí, escondiéndose en tu pelo

 

Que saben que tu regaño, nada tiene de sincero

Y es porque están cabeceando, ya que los dominó el sueño

Pero Mario y Mimí insisten, pues se pusieron de acuerdo

Haciéndoles morisquetas, para mirarlos riendo

 

 Y no te voy a mentir, ya que nunca pude hacerlo

Que aquella triste mañana, cuando vi que alzaste vuelo

Yo pensé que me moría, lo que ahora te confieso

Pero no me siento triste, te lo juro estoy contento

 

Porque en mis noches de insomnio, me sigues dando tu aliento

Y me dices Venancito, abre tus alas al viento

El límite de tus sueños, es el amplio firmamento  

Porque me encuentro seguro, de que llegará el momento

 

Con la sola condición, que nos pongamos de acuerdo

Que nuevamente el Amor, ocupe su monumento

Dignamente acompañado, por la Humildad y el Respeto

Que en presencia de Jesús, nos abracemos de nuevo.

 

Venancio Castillo

Cantante-Escritor

“Con el permiso de Cristo el Poeta del Amor”

Miembro Sacven 

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Comentario

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Ando revisando  cada texto  para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.

Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.

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