Con solo llorar pudiera
calmar este sufrimiento
no saben cuánto lamento
el daño que yo le hiciera
la trate como una cualquiera
mujer de la calle libre
con palabras de gran timbre
que ofendían su dignidad
en honor a la verdad
mi error fue de gran calibre.
La maldad no tiene nombre
ni al perdón debo aspirar
si me quiere castigar
aquí la espera este hombre
que ya no tiene renombre
pues hasta el honor ha perdido
que vive siempre afligido
lamentando sus errores
grita pidiendo favores
con cara de arrepentido.
Manuel Ibarra
Caracas/Venezuela
11-12-2019
Derechos reservados.
Comentario
Muy bellas y sentidas tus décimas, estimado amigo, con un mensaje lleno de valores que hablan muy bien de la esencia del ser humano cuando es capaz de reconocer sus errores.
Con solo llorar pudiera
calmar este sufrimiento
no saben cuánto lamento
el daño que yo le hiciera
la trate como una cualquiera
Siiii hay ofensas que mas duelen al que las dice que a quien recibe! Y roe y corroe la conciencia que se avergüenza de pertenecer a un ser hiriente.
Lo hermoso de este poema es tu arrepentimiento que si te ama, sabrá comprender que fue un momento de cólera y nada más.
Hermosas letras mi querido Manuel!
Felicitaciones!
Feliz miércoles apreciados amigos. Comparto con ustedes, la inspiración de mi adorada musa, plasmada en estas décimas espinelas de mi autoría. Reiterando como siempre afectos y saludos desde Caracas/Venezuela.
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