CADA CABEZA ES UN MUNDO

[Vicente Antonio Vásquez Bonilla]

 

Vicente Antonio Vásquez Bonilla

 

Cada cabeza es un mundo. Sí, estoy de acuerdo. Es una frase hecha y muy popular, pero es cierta. Por tal razón, no se debe pontificar sobre algo y esperar que todos piensen como uno. Menos en cuestiones de fútbol, religión o política. Por ejemplo, tú dices algo y otros reaccionan según sus creencias. O piensan conforme a su particular manera de ver el mundo. O mal interpretan lo dicho de acuerdo a sus experiencias e incluso, a sus estados de ánimo. ¿Lo dudan? Se los voy a demostrar. Pasemos al salón. Sí, a ése, en donde está aquel grupo de personas. Soltemos una expresión cualquiera y veamos sus reacciones.

 

El conferenciaste, sube a la tarima,  inicia su charla y de inmediato capta la atención de sus oyentes. Después de disertar por largo rato sobre los géneros literarios, de repente, con sutiliza, sin entrar en detalles y en el momento oportuno, asegura: El cuento más corto del mundo es el de Monterroso. Hace silencio, se retira sin dar explicaciones y los asistentes, desconcertados, se ven unos a otros como preguntándose ¿y…?

 

Los investigadores del comportamiento humano, atentos y convenientemente distribuidos, observan y anotan las reacciones del público.

 

Una monja, con seriedad: Yo no puedo opinar. No es un tema de mi incumbencia y además no cuento con parámetros de comparación.

 

Una casada, con alegre resignación: ¡Vaya!, y yo que me creía la más desafortunada de las mujeres.

 

Un marido, con renovada alegría: ¡Que alivio!, y yo incubando complejos.

 

Un maricón: con incredulidad: ¿Y éste, cómo hizo para comprobarlo?

 

Otro maricón, contestándole con suspicacia: Ni que tuviera un calibrador de alcances prodigiosos o que contara con estadísticas dimensionales dignas de todo crédito.

 

Una soltera, con experiencia: Eso no importa, si se sabe utilizar.

 

Una divorciada, reforzando tal aseveración: En el manejo está el meollo, lo demás es irrelevante.

 

Una viuda, suspirando: Peor es nada.

 

Un abogado, viendo una oportunidad: Hay que registrarlo en los record de Guines.

 

Un médico plástico, imaginando futuros ingresos: Un injerto o un trasplante es la solución.

 

Un crítico ninguneador, con envidiosa alegría: Será un famoso escritor, pero tiene sus defectos.

 

Un anciano, con actitud solidaria: Gran tristeza, pero es peor la mía.

 

Una esquimal, de gruesos lentes: Que le de gracias a Dios que no vive en el Polo, en donde el frío lo afecta todo.

 

Una afro americana, con aire de superioridad: Pobre, es cuestión de genética.

 

Una hetera de mediana edad, con asombro: No importa cuál sea tu experiencia, siempre queda algo por descubrir.

 

Un físico, con aire de doctoral jocosidad: Menos trabajo para la fuerza de gravedad.

 

Un judío, pensativo: Tremendo problema para cumplir con nuestro tradicional rito infantil de purificación.

 

Un candidato derrotado en las urnas electorales: Igual que mi proyecto político que no alcanzó a levantar vuelo, fue de corta envergadura.

 

La suegra de tito Monterroso, con tristeza: ¡Pobre, hija mía!

 

La esposa de Monterroso, con cólera y haciendo gala de la proverbial intuición femenina: ¡Imbéciles! ¡Si supieran!

 

Un lector, con iluminada sonrisa: Tomando nota de los comentarios que se le escaparon a los estudiosos observadores.

 

Tito Monterroso, el del cuento más corto del mundo: Ingresando al salón y sorprendido al no recibir aplausos y ver que todos lo ven como con lástima: ¡Púchica! ¿Y éstos, qué se traen? ««

[Maria Beatriz Vicentelo Cayo]

jaja  Pero es que  ¿no se dan cuenta que se están pronunciando a lo que ustedes sienten?  ¡No a lo que ha escrito Chente! 

El mismo Chente lo está diciendo y lo estamos  comprobando:

 "Por ejemplo, tú dices algo y otros reaccionan según sus creencias. O piensan conforme a su particular manera de ver el mundo. O mal interpretan lo dicho de acuerdo a sus experiencias e incluso, a sus estados de ánimo"

Significando esto,  que si alguna vez nos ofendemos   (esta parte me interesa recalcar y agradezco a Chente su oportuna publicación)    LA OFENSA NO VIENE DE QUIEN LA DICE,  sino DE QUIEN LA RECEPCIONA.  En el caso de OFENDERSE u observar algun término mal sonante,  es porque ESA PERSONA lo siente así y se siente afectado;  porque sino lo fuera, no haría el mínimo caso, menos observara... ¡Já,já,já! 

¡¡Redondito cae el pescadito!!

   ¡Grandiooooso!!

Por mi DESTACARIA esta PUBLICACION,  VEINTE VECES!!

Bravo, aplausos!!

Una hermosa rosa para nuestro SAAAAABIO ESCRITOR!!

Graciasssssss MI PRECIOSO CHENTELO!!

[Vicente Antonio Vásquez Bonilla]

Estimado Benjamín: Gracias por tu lectura tus amables palabras. Abrazos, Chente.

[Vicente Antonio Vásquez Bonilla]

Estimado Hugo: Gracias por tu lectura y tus comentarios. Un abrazo, Chente.

[Benjamín Adolfo Araujo Mondragón]

Estimado Chente ¡Un estruendoso aplauso por tu humor pleno de ingenio y acidez!

[Hugo Mario Bertoldi Illesca]

Le he dado clic al Me gustó, querido Amigo mío, porque así lo he sentido, admirado Vicente Antonio, aunque, justo es decirlo, hay una expresión que, si vas a Google, podrías hallar que figura como "MALSONANTE DESPECTIVO" (acabo de comprobarlo). Sé que entiendes perfectamente hacia donde apunto, Amigo, y qué pretendo evitarte. Más allá de eso, hallé simpático y destacadamente ingenioso tu estupendo texto, mismo donde la creatividad de tu mente privilegiada exhibe su potencial con gala y gracia impar. Abrazonrisas y mis buenos augurios para ti. 

[Vicente Antonio Vásquez Bonilla]

Estimada amiga: Gracias por tu lectura y tu inteligente y benévolo comentario. Abrazos, Chentelo.

[Maria Beatriz Vicentelo Cayo]

Augusto Monterroso escritor de Guatemala:  "Cuando despertó el dinosaurio estaba ahí"

Un micro cuento que estaba incluído en su Libro Obras Completas (y otros cuentos) en 1959

Ciertamente el relato más corto referido a un PARTIDO POLITICO de Mexico que duró como 70 años.  La prensa se refería a él como dinosaurio. 

Y bueno si continuamos con aquello que cada cabeza es un mundo,  pues mi mundo me dice que este cuento no tiene nada del otro mundo.

Ciertamente cada persona tiene sus vivencias,  de ahí sus experiencia y sus apreciaciones donde influyen factores de enseñanza y aprendizaje;   y como nadie vive la vida por igual,  cada uno se manifiesta sobre  las cosas como le es posible.

Bajo este principio entonces podemos concluir que ninguna apreciación  es determinante y real, está sujeta a la  subjetividad.

Grandioso mi querido y sabio CHENTE,  ciertamente así es.  Y muchas veces reaccionamos no ante lo que nos dicen, sino a lo que sentimos que somos o pensamos cuando lo dicen. 

¡Inteligentísima aportación!

Miles de gracias!

Un mundo de bendiciones amigo mío.