Del céfiro viene un aire refrescante,
en pupilas y cabalgatas de esperanza.
Su aureola cubre el universo,
sus alisios alegres pintan de fe
la cansada esfera celeste.
Son vientos con velos satinados
que ofrecen la paz blanca al mundo en sus lomos.
Sus manos, sus pies, sus ojos, translúcidos hablan
de una nueva era, con paz y armonía entre los hombres.
Es brisa suave de fe que el altísimo regala,
aplacando las garras del virus
y sus dolorosos estragos.
Vientos de fe necesita el mundo
para vencer virus y calamidades.
Una rosa de perdón debe plantar
en el huerto de sus oscuridades.
Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos reservados
Comentario
gracias Iris y es verdad yo mal de salud super alegre por navidad
gracias Benjamín
Gracias amiga Aymee
¡Magnífico poema, Edith Elvira!
Es brisa suave de fe que el altísimo regala,
aplacando las garras del virus
y sus dolorosos estragos.
Vientos de fe necesita el mundo
para vencer virus y calamidades.
Una rosa de perdón debe plantar
en el huerto de sus oscuridades.
Gracias amiga por este regalo que visualiza esa esperanza que nos alimenta y nos hace más humanos, en medio de la adversidad. La fe milagrosa nos inspira y nos conduce por senderos luminosos sin agonías ni quebrantos.
¡Así sea!
Gracias querido Críspulo
Agregado por Nilo 0 Comentarios 1 Me gusta
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