Breve disertación en lectura en la cárcel de Cartago. DIGO

[Ronald Bonilla Carvajal]

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BREVE DISERTACIÓN EN LECTURA DE POESÍA EN LA CÁRCEL, REPRESENTANDO A LA FUNDACIÓN JORGE DEBRAVO.

Por Ronald Bonilla

Saludo a la Ministra de Justicia, a los personeros de este centro de Reclusión, a funcionarios y poetas y artistas que nos acompañan. a todos los presentes, sociedad civil y reclusos, que hoy deben ser dueños de su propia libertad.

Quizá, eufemísticamente, no usemos la palabra prisión, ni cárcel, ni presidio, solo instancias de reclusión. Centros de seguridad o penitenciario, qué se yo. Hoy, sin embargo, se selecciona el nombre de Jorge Debravo, para denominar este sitio, los miembros de la Fundación que lleva su nombre porque lo eligieron con orgullo de costarricenses lo saludan y celebran; Y YO DIGO que nos complace que un poeta que es símbolo de lucha por la paz, la justicia social, la fraternidad universal y el amor, identifique este sitio donde muchos hombres deban luchar por su inserción en la sociedad.

Y DIGO que no es posible pensar en la educación sin que se nos prepare a todos en el Amor, en la solidaridad, en la inclusión y el respeto a las diferencias. Pero el amor no es mencionado nunca en los programas educativos. No se nos prepara para ejercerlo. No sirve hablar de valores, si antes no hablamos del amor.

Y DIGO QUE la poesía de Jorge nos enseña sobre la igualdad de los géneros en la vida cotidiana, en el amor de pareja, en la relación primaria del hogar. La poesía de Jorge también nos enseña que la paz es una medalla que debemos ir a conquistar, y que su conquista puede ser un largo proceso de dolor, porque en esta lucha está implícita la lucha contra la injusticia social, la violencia y la corrupción.

Y DIGO QUE No es extraño que este turrialbeño, este cartaginés, este costarricense latinoamericanista sirva de inspiración a quienes gobiernen, a quienes administren este centro, a quienes son reclusos aquí. No, no es una contradicción que un amante de la libertad y de la paz, pueda ser desde sus palabras, el adalid que dirija nuestros sueños, porque nuestros sueños nos legan la libertad aún desde los más oscuros territorios de opresión. No existen cadenas ni cepos para nuestros sueños si aprendemos a soñar.

DIGO ADEMÁS que no es contradictorio que un poeta, un soñador, alguien que no pierde la utopía y avanza hacia el horizonte de un sociedad mejor, sea el símbolo de este centro. Como lo decía de alguna manera Jorge, DIGO que la paz y la libertad solo se conciben unidas. El amor es el sentimiento y el concepto más puro que podemos albergar para el logro de estos principios. Jorge Debravo nos enseña que no deben existir las fronteras que nos desunen.

ME ATREVO A DECIR que estos centros existen no porque haya maldad en el corazón del hombre, aunque exista, sino porque hay un abono eficaz en la desigualdad, en la falta de oportunidades, en la pobreza, en la explotación, en la injusticia social; por eso la propuesta es válida Y NOS HACE RECAPACITAR. Un poeta que como en la sociedad ideal aristotélica, hubiese sido expulsado de la arcadia, por extraña contradicción, es un ejemplo a seguir, porque toda rebeldía sana por edificar aún en medio de la intolerancia y el odio, debe ser guía para los diferentes estratos de la sociedad.

Y DIGO QUE ESTA INICIATIVA ES BUENA EN LA MEDIDA EN QUE NO DESVINCULEMOS EL NOMBRE DE DEBRAVO DE SU MENSAJE HUMANÍSTICO, FRATERNAL Y SOLIDARIO. De su fe en la humanidad y de su fervor de lucha por una sociedad más justa.

Por eso y en esa medida, como fundación y como ciudadanos, aplaudimos esta iniciativa que nos tiene aquí concertados, Y POR ESO DIREMOS

El hombre no ha nacido

para tener las manos

amarradas al poste de los rezos.

Dios no quiere rodillas humilladas

en los templos,

sino piernas de fuego galopando,

manos acariciando las entrañas del hierro,

mentes pariendo brasas,

labios haciendo besos.

Digo que yo trabajo,

vivo, pienso,

y que esto que yo hago es un buen rezo,

que a Dios le gusta mucho

y respondo por ello.

Y digo que el amor

es el mejor sacramento,

que os amo, que amo

y que no tengo sitio en el infierno.

Poema Digo de Jorge Debravo.

[Ronald Bonilla Carvajal]

Gracias, Benjamín, sí, es muy bueno, abrazos

[Benjamín Adolfo Araujo Mondragón]

¡Muy interesante tu disertación, Ronald; y una joya el poema "Digo" de Jorge Debravo!