B L A N C U R A
B l a n c u r a
Al nacer, un pequeño, tiene el alma
blanca, nueva, dispuesta y plena;
pero luego que crece esa blancura
comienza a perderse y a perder
sus bríos y su tonalidad blanca y pura...
No obstante debemos dar fuerza
para que la inocencia no se pierda
y logre retoñar, paso a paso, poder
dar frutos igualmente puros cuando
crezca y sea personaje adulto, real,
con fuerza para darse a los demás.
La blancura de este deseo es sueño
apenas un oasis en el que metí a mi
mente obnubilada por la realidad, la de
todos los días, la realidad cotidiana
que nos lleva a matar la esperanza
de un mundo justo, nuevo y puro.
Pero este parece ser un sueño poco
posible o francamente imposible, tal
vez una utopía; lo humano pareciera
ser ave que flota en el vacío inmenso...
¡Tienes que ser miembro de ORGANIZACION MUNDIAL DE ESCRITORES. OME para agregar comentarios!
Únete a ORGANIZACION MUNDIAL DE ESCRITORES. OME