Aurora en rocío
Tengo la piel gastada
de tanto amar,
los poros se erizan
y mi vientre no se detiene
cuando escucha tu voz
de hombre amante,
de serafín venturoso,
de brisa fresca,
de aurora en rocío atrevido.
Tengo los ojos abiertos
para no perder detalle
del gran espectáculo que eres tú.
Esperé por ti tantos años
que no deseo
dejar de observar
tu cuerpo tierno,
tus ojos luminosos,
tus manos fecundas
tu boca exquisita.
Tengo el corazón henchido
de vibraciones, de sensaciones,
de deseos y de un extraordinario amor
que supera toda lógica.
Todo lo, verdaderamente, soñado
se ha preñado en mi alma
deteniendo el espacio
hasta tu llegada tan deseada.
Por instantes, el mundo se paraliza
ante tu figura luminosa e innegable.
Eres la aurora que deja caer
el rocío sobre mis pétalos
que se abren para recibir
la savia que alimenta
mi corazón, mi alma y mi cuerpo.
Eres agua fresca
al despuntar el día,
eres brisa soñada
al caer la noche,
eres viento íntimo que corre
al cesar la lluvia que nos une
en un maravilloso arcoíris
que acaba donde inicia
nuestro universo de amor eterno.
Cecill Scott.
©Todos los derechos reservados.
Comentario
Cecill,
Es grato el leerte en una forma más libre. Felicidades por tu bello y amoroso poema.
Saludos y bendiciones!
Agregado por Nilo 0 Comentarios 1 Me gusta
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