UN ATARDECER

  Vos sostenías levemente una rosa y yo te hablaba de amor

levemente esa tarde,

cuando caminando bajo los tilos, íbamos los dos

junto al crepúsculo rosado.

   Era la última vez que nos veríamos

porque el destino proyectaba separarnos...

Vos sostenías una rosa

roja como tus labios que encandilaban mis ojos,

y en tus ojos profundos perdía mi destino

como un náufrago solitario en la silenciosa inmensidad.

Prudencia, celosa y contrariada

medía mi desatino aquella tarde

cuando en silencio, hacia el crepúsculo rosado

íbamos mirándonos los dos.

 

Vistas: 31

Comentario

¡Tienes que ser miembro de ORGANIZACION MUNDIAL DE ESCRITORES. OME para agregar comentarios!

Únete a ORGANIZACION MUNDIAL DE ESCRITORES. OME


PLUMA MARFIL
Comentario de Sofi Piris Herdugo el julio 25, 2019 a las 4:04am

Prudencia, celosa y contrariada

medía mi desatino aquella tarde

cuando en silencio, hacia el crepúsculo rosado

íbamos mirándonos los dos.

Leonardo preciosos versos que me encantó leer.

Un abrazo amigo

Sofi


PRESIDENTE HONORARIO
Comentario de Aimee Granado el julio 24, 2019 a las 4:00pm

Y nos dibujas con el pincel del corazón ese rosáceo rosicler en el crepúsculo, tu amada, tu destino y la rosa dejando su aroma entre tus versos.

Encantado compartir, suave y melodioso junto al trino del alma que emociona y nos cautiva.

Ando revisando  cada texto  para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.

Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.

Your image is loading...

Insignia

Cargando…