Caminé sobre la tierra

de suave color sepia,

bajo una blanca nube

que atrapar no pude,

cuando se alejaba.

Su aura azul intensa,

llamaba a mi corazón,

y crucé sin dilación,

el desierto y la laguna,

alegre por mi fortuna.

Ella de mi solo pedía

todo el amor o nada,

y que mi vida enamorada,

solo a ella entregaría

si así lo demandaba.

Al nacer las estrellas,

con su espíritu sensual,

me atrapó con sus cadenas,

y por sus malvas perfumadas,

me perdí en un vendaval.

Las sierras brumosas,

miraron salir el sol,

una cariátide no serías,

y aquella noche de amor,

se quedó en mis memorias.

J.Jesús Ibarra Rodríguez.

Delegado Cultural UHE.México.

D.R. 2013

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Comentario

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Comentario de SENDA el agosto 10, 2013 a las 2:54am


PLUMA MARFIL
Comentario de Carlos Eduardo LAmas Cardoso el agosto 9, 2013 a las 9:20am

Jesús,

Felicidades por tan hermoso poema.

Saludos y bendiciones!

Ando revisando  cada texto  para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.

Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.

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