América
América., milagrosa y agreste,
con tus claros oscuros, tus praderas,
tus valles y tus cumbres donde anidan
las elípticas alas de nuestra historia.
Allí, donde habitaban seres de piel cobriza,
tribus,pacíficas, guerreras, nomades
con arraigadas costumbres...................
Año 1492:
Era la hora de los mortales.
El azar abrió las compuertas del océano
y enormes canoas llegaron a la orilla
deteniendo su acompasada marcha.
De ellas bajaron seres de piel clara
barbados, con penachos plateados
cubriendo sus cabezas,absortos,
ante el trémulo paisaje descubierto.
los abororígenes fascinados
se postraron a sus pies.
Esos dioses les regalaban cuentas de colores
y mágicos espejos.
Ingenua curiosidad, pureza de alma.
¡Eran amigos!:
Cuando los visitantes partieron
seguidos por el eco de quiméricas palabras
y senderos de fábulas,
ellos levantaron sus manos en un alegre adiós.
Tiempo después:
Ese mismo mar, trajo a otros dioses,
confiados,ellos los miraron pacíficamente.
Pero estos desparramaban muerte
por sus manos de acero.
El Dios Inti escuchó desde lo alto
el terrible alarido de sus hijos
y un extraño silencio
quedó flotando en el aire.
La sabia Pachamama comprendió
que aquellos visitantes no eran dioses,
¡Los dioses no castigan ni derraman sangre
de aquellos que veneran su existencia!..............
Pero ya era demasiado tarde.
América
Invadida, herida, devastada
por una irrelevante conquista.
En ese atardecer,ellos, ávidos de placer
violaron mujeres, robaron riquezas,
sembraron la muerte,cabalgando
en mostruos desconocidos de cuatro patas.
arranando el verdor de esa tierra virgen.
La historia continuó:
Ya no hubo tregua ante tanta avaricia.
La pólvora trinfó sobre lanzas y flechas
convirtiendo
a los reales dueños de la tierra
en tristes esclavos.
Las verdes hojas del lugar
presagiaban primaveras,
cuando, en el campo de batalla
los aborígenes sufrian
la más cruel de las derrotas.
El alba desdibujó mareas de ceniza
y vísceras sangrientas sobre soles sin murallas.
Al llegar la noche:
El templo sagrado de las estrellas
descorrió el velo de una vida distinta,
dolorosa, lamentable, sin futuro.
danzas proféticas cambiaron la historia
sobre oxidados horizontes,
donde anidó el terror
El hombre blanco se apoderó de todo,
¡hasta del destino de sus prisioneros!
América:
Fue edificada sobre la sangre
de sus antiguos duenos.
Ellos quedaron en la marginilidad de la memoria,
con leyendas escritas en cuadrantes de sombras.
En la montaña, el cóndor lloró por primera vez.
América espera aún la resurrección de quel pasado.
¡Justicia para sus tribus, hoy, dueños de la nada.!
Pero un día:
Cuando se enciendan firmamentos memoriosos,
se escuchará el clamorde un puebo cansado de injusticias
y abrazados todos los habitantes de este suelo
sin importar el color de su piel,
tomandose las manos,
marcharan hacia un nuevo amanecer
por la igualdad
de todos los que habitamos este suelo
¡ AMÉRICA!
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