AL CREADOR

[Benjamín Adolfo Araujo Mondragón]

AL CREADOR

Tú Señor de los cielos,
que para entendernos
sufriste en la cruz,
padeciste tormentos,
humillaciones, traiciones,
no permitas que me separe
de ti; y de tus promesas
que son, sintetizando,
la Gloria infinita,
la eternidad.

Dame la fuerza en esta mano
y en la otra, en la cabeza,
en todo el cuerpo para
servir al prójimo y amarlo
sin importar su condición
o estado.

Dame la fuerza para ser
potente refugio de mis
hermanos, de quienes
me busquen; y dame
la fragilidad suficiente
para saber llorar con ellos
si es necesario, o para
darle el aliento y el optimismo
suficiente para hacerles
sonreír frente a todas
las adversidades.

Quiero ser piedra y fortaleza,
refugio y amparo, oídos atentos
y voz sabia y consciente para
dar lo que el prójimo necesita
sea quien sea, incluyendo
a mis enemigos, si los tengo;
y si no los hubiere dame fuerza
para soportar ser bendito por ti
por ser diferente sin envanecerme
ni crear envidias, ni recelos
por los siglos de los siglos: Así Sea.

[Benjamín Adolfo Araujo Mondragón]

¡Gracias y bendiciones, querida Iris; muy buena y descansada noche y feliz amanecer de lunes saludable!

Joan Miró.

[Iris Girón Riveros]

Poema de ferviente mística y devoción al Creador

que motiva leer como si fuera una oración

y así renovar la fe para recibir la Santa Bendición

prometiéndonos  cultivar sentimientos puros de amor.

Muy lindo poema Benjamín.

FELICITACIONES.

[Benjamín Adolfo Araujo Mondragón]

¡Gracias querida Ingrid; muy feliz fin de semana!

Leonora Carrington, 1965.

[Ingrid Zetterberg]

¡Qué hermosa oración convertida en poesía!, Benjamín. Ha sido un gusto recorrer tus letras. Un saludo.

[Benjamín Adolfo Araujo Mondragón]

¡Gracias querida Delia Pilar; muy feliz tarde de jueves!

Gilberto Aceves Navarro, 1989, mexicano.

[Delia Pilar]

Muy bello, un poema que manifiesta tu fortaleza e integridad. 

Indudablemente, debemos ser fuertes para poder apoyar a los que nos rodean y lo necesitan, pero también es importante que podamos expresar nuestras emociones y llorar si así lo sentimos. De no ser así nos endurecemos y terminamos no siendo útiles para nuestro entorno ni para nosotros mismos.

Agradezco tu sabio aporte y ¡felicitaciones!