Diez coplas clásicas que escribí con motivos diversos:
No podrá decir el pobre
a lo que sabe el caviar;
pues nunca lo va a comprar
con sus monedas de cobre.
Tampoco podrá decir
lo que es sentarse en un trono;
pues vive en el abandono
y es muy duro su existir.
Aunque pretenda insistir
montar en carro lujoso,
se quedará sin el gozo
de esa dicha conseguir.
En honor a la verdad,
vive en rancho de cartón
y aunque alguien le diga "don"
no tiene ni vecindad.
Están en el horizonte
sus anhelos más preciados,
solitos y abandonados
como la aguja en el monte.
Estar en fiesta de altura
solo será pretensión
pues no logra su visión
alcanzar lo que procura.
Así seguirá su vida
con sueños de inmensidad,
pisando la realidad
de una senda indefinida.
Porque no pudo o no quiso
activar su formación,
priva la desilusión
y ve agrietado su piso.
Sin embargo la esperanza
nunca se debe perder;
tal vez un amanecer,
brinde luz a su semblanza.
El caminante que avanza,
siempre se siente mejor
y si lo azota el calor,
fortifica su templanza.
Hildebrando Rodríguez
C. I. V-651.103
Mérida-Venezuela, 17 de marzo del 2020
Comentario
QUERIDA MARÍA BEATRIZ VICENTELO CAYO:
Tienes razón, gracias por tu criterio.
Hildebrando.
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