Y al marcharme sentí tu mirada
que quemaba mis pasos ,
mas tu boca muda pronunciaba
cientos de motivos para quedarme,
y mi sordo orgullo no escuchaba súplica
que se formaba en el silencio del espacio
que quedó entre tu adiós y el mio
y el dolor de las ilusiones
que se durmieron en el camino...
Que hacer si ya no…
Agregado por Maritza del Rosario Veliz Gahona el octubre 6, 2013 a las 5:02pm — No hay comentarios
2013
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