… el miedo siempre termina por
hacernos esclavos
Isidoro Irroca
Soy el ser vacilante
de vida trunca,
una bestia incorregible
que se horroriza ante
su propio abismo.
Sobre mi corazón encallecido
no dejan huella las emociones.
Nunca tuve infancia
ni viví la aurora de los abrazos,
tampoco me dormí arrullado
con la ternura de una canción de cuna.
¡Por dentro llevo un mundo de sombras!
Mil veces me propuse regenerarme,
lo juré por la memoria
de la madre que no tuve
y… al minuto…
¡un desconocido demonio
me empujó las manos!
¿Quizás la marca de Caín luzco
como abyecta cicatriz en mi frente?
Delia Checa
Publicado en antología
“La sed del agua” Ed. Dunken
Mendoza, Argentina
Etiquetas:
No sé si es antipoema,
por favor necesito me den su opinión.
Delia
Hola Delia lindo poema, me gusta, gracias por compartirlo
!Felicitaciones!
Ariello
En cuanto a si es o no antipoema, yo particularmente pienso que cuando se resaltan antivalores, al mal o a situaciones adversas usando palabras escuetas se pueden considerar antpoemas. No obstante, dejemos abierta la pregunta al público en general para que nos dé la opinión.
A mí, particularmente, me parece que tu obra sí es un antipoema..
Ariello
Muchas gracias, Libardo, por tu comentario y opinión.
¡Mil gracias, Benjamín!
Agregado por Nilo 0 Comentarios 1 Me gusta
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