Una cena informal

[Textos de Amor y Erotismo (Adultos)]

 

 

 

        Marita y Jordi llevan un matrimonio feliz. Ella  es  la de las ocurrencias, la de las travesuras. Jordi se deja llevar por esa voluptuosidad. Aunque le corresponde con ternura, se percibe siempre a la sombra de los deseos de su esposa.

Las discusiones que surgen en todo matrimonio las resuelven casi siempre en la cama. El sexo entre ellos es, a veces  apasionado, otras, sin aderezos. Últimamente las cosas cambiaron. Jordi sale temprano de su casa y llega muy  tarde.

— ¿Qué os  pasa?—Pregunta Marita—No me tocáis. ¿Ya no te gusto?

—Nada  me pasa  —afirma, Jordi, esquivando la mirada.

 A escondidas hace un llamado telefónico. Al cabo de un rato, entre el ruido de la calle, se acerca  una mujer que viste pantalón ajustado y blusa de tirantes.

Marita impaciente teme perder a su marido. Él se comporta extraño. Lo mejor será seducirlo, se dice. Se viste sexi y lo espera. No quiere pensar en un engaño.

Él llega a las diez de la noche, luce agotado, la elude, diciéndole que le gustaría ir a ducharse..

 

Unas suaves manos atraviesan la espuma. Marita lo abraza y besa apasionadamente.

Jordi se descubre como un hombre nuevo, desconocido, excitante. Marita siente que es otro. No es el Jordi que se dejaba llevar siempre por ella.

Inteligente y perceptiva, lo observa con una sonrisa pícara.

—Hay otra, ¿verdad? —Él queda en silencio, mirándola,  luego contesta:

—Si. Se llama Karina. —Marita quedó pensativa mirando el cielorraso.

— ¿Qué le gusta comer?

— ¿Comer? —Pregunta Jordi, ¿Estás loca mujer?

—Si. Comer.

—Ama las pastas. Explica Jordi, avergonzado.

Con una tranquilidad pasmosa, Su mujer toma el teléfono y se lo alcanza a Jordi

—Llámala. Invítala a cenar. Si has cambiado así por ella debemos animarla a que nos enseñe más cosas a los dos.

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Esa noche, la cama y el resto de la casa, sin límite, fue para los tres, una de Jonia  vigila atenta sus encuentros.

[Ligia Rafaela]

Me gustó leer ese amor de tríangulo, apasionada

historia que disfruté de principio hasta el fin,

no lo comparto pero no lo juzgo, el cuerpo es dueño

de hacer lo que se le antoje, es un placer leerte.

Enhorabuena querida amiga.