(Picasso / de la Suite Vollard)

DECÁLOGO DE LA SAL

1

Lecho amplio como el deseo,
bautismo de fuego, humores derretidos
en la nieve del silencio,
cuando tu cuerpo se agita en espasmos
y el mío enardece en la espera.
Te escucho cantar un lamento venido del mar,
una canción desconocida,
mientras el agua corre por tus senos
teñidos de sepia a la luz de la tarde.

Te acaricias, lejana y ausente tu mirada,
ojos de fiebre.
Luego me sumerjo en el torrente
del altar de tímida ofrenda
y crece mi pasión como tu ansiedad,
desesperación oculta tras la sombra

2

Te acercas más,
veo tu rostro.
Siento el calor de tus sentidos,
en sólo un gesto,
movimiento del aire,
tu boca se abre,
y aprisiona la mía.
Tu lengua penetra en el rojo temblor de mi boca,
refugio del molusco escondido,
y el tiempo es infinito.
Sale de nuevo
el huracán de estrellas,
chispas de plata en tu lengua,
y recorre mi rostro:
abarca la plenitud de un lienzo,
y es ahora
beso mordiente y frenético,
blanca espesura,
perfume de miel.

3

La sangre se agolpa en la espada que amenaza
y se doblega en la cárcel de tu boca,
cuando desciendes de lo alto
y eres dueña de su fuerza.
Va y viene la sierpe empapada
hasta el fondo, asfixia de espuma.

4

Danzan tus senos de rosa erecta.
Bebo de ellos,
extiendo y suavizo la caricia,
sólo un instante.
Ya vuelvo a succionar,
a dulce morder tus pezones de almendra.
Jadeo, almendra derretida

5

El llamado de la sedosa gruta
domina mi ansiedad.
Allí pondré la lengua
en el borde encapuchado,
guardián de la vibrátil raíz de tus locuras.
Succiono con suavidad ese pequeño grito,
y es tener en la boca
otra lengua que me besa.
Tengo mi boca en tu otra boca,
tengo mi lengua en tu otra lengua,
y bebo la sal de la playa carmesí,
estampa en el retrato de la saciedad.
Tu fruto esponjoso se oculta,
y lo persigo en su huída.

Del lago de tu más profunda piel,
hueco del templo de tu cuerpo,
un perfumado almíbar se derrama
y llega a mis sentidos.
Me hundo en el secreto y bebo del hontanar,
glorioso manantial de perlas.

6

Pero un misterio oscuro y ciego
Llama a mi locura:
Otro secreto quiere mostrarse,
abrir su portal,
y se ofrece al asedio de mi lengua.
Adentro, más profundo,
el color de la tierra entera
se pone ante mi boca.
Y lamo y rozo y succiono
borbotones sedientos,
áspera flor en negro,
caverna de sombra interminable.
Palpo la humedad seca
del secreto nicho.
Abismo.

7

Regreso al cofre de amaranto sangre
brillante de lágrimas viscosas.
En el portal de grana
los labios son árboles rosados
torneando la dulce caverna,
llamando: ¡Ven, ven!
Allí entra el áspid y se disloca
en el secreto viscoso y de fuego.

8

Agonía de poseerte más,
entrar con suavidad,
penetrar en el pozo húmedo
hacia los pliegues de rosa de la entraña,
tu voz alterada en grito.
Alcanzar el nudo ciego de la gruta
con un largo gemido.
Mi llanto ahora de alegría y noche

9

Tus susurros son apenas audibles,
desmayados…
Tienes la luna dame tu lumbre entra en mi cráter.
Lava de volcán surte el panal de rojas ansias,
y ya adentro colma el temblor de la oquedad
y se riega por diminutos senderos,
baboso delirio.

10

La tarde ha cerrado su última luz,
y todavía chorrea de tu mar de tormenta
espuma salobre,
sangre de plumas
por los bordes del sagrario humanizado.
Ofrenda de aceite en incandescentes huellas.
Somos esclavos
fundidos en la carne y los humores,
en la imaginación.
Divina fatalidad cumplida.
Y se nos va la palabra y nos queda el silencio.
Tu mirada y la mía no nos pertenecen.
En los dedos juegan hebras viscosas,
como hilos de la virgen,
y en los ojos una bruma,
y en la boca un suave ardor de labios rotos.

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Respuestas a esta discusión

EROTISMO AL 100%.

AMOR, PASIÓN Y DULZURA.

EXCELENTE.

Estupendos versos apasionados

Sensualidad y tórrida pasión.

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Ando revisando  cada texto  para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.

Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.

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