LO QUE VA EN LA NAVE DEL TIEMPO:
Que tiempos aquellos en que el mar
era azul intenso.
Que tiempos aquellos en que los
barrancos, vertían en su lecho, solo
el agua clara que caía del cielo.
Que tiempo aquellos en que el mar-
oceano, era solo un espejo.
Que tiempos aquellos en que las
las conchas, las caracolas, y los
cangrejos eran amigables. y se
desnudaban en la misma arena.
Que tiempos aquellos en que las
aguas color esmeralda, se rompían
con las olas, que besaban la orilla
con una caricia.
Que tiempos aquellos, en que los juegos
en el mar de los niños, rubios, morenos
castaños, eran inocentes.
Que tiempos aquellos, en que los
relatos de los marineros viejos, se volvían
leyendas.
Que tiempos aquellos, en que la pesca
en la misma orilla era subsistencia.
Que tiempos aquellos, en que los jóvenes
eran gaviotas que alzaban el vuelo,
corriendo despacio, dejando sus huellas
sobre la dorada arena.
Que tiempos aquellos de nostalgias llenas,
que como postales quedan en la mente, y
el anciano que por la Avenida pasea, recrea
a su conveniencia.
Que tiempos aquellos en que los campos se
humedecían, derramaban lagrimas de
alegría, corriendo por las sementeras,
saltaban torrentes, y por los barrancos
jugaban a alcanzarse, imitando a los bolos
con redondas piedras.
Que tiempos aquellos que quedan lejanos,
solo hablan de ellos, los que conocieron los
tranquilos tiempos.
Y a los que años se le han sumado, y cuentan
con los dedos de ambas manos, hechos,
historias, que andan flotando en su rica
mente.
Y que son parte de su propia vida, y se ha
formado un libro pequeño, y releen con ojos
cansados, de ver tropelias, en mundos
modernos.
AROCA. D.R.
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