Se encuentran un día en una fiesta, el papelón y el azúcar. Pasados los minutos tratando de jugar una broma, el papelón se le acerca y dice:
- Que placer saludar a la prima más blanca y fina del mundo-.
Soltando una larga carcajada el azúcar responde:
- Salude, pero no ofenda, que yo sepa no tengo en mi familia a nadie moreno y tan oscuro de piel como el papelón-.
Poniendo la cara de serio el papelón dijo:
-No se confunda señora porque todos en el vecindario me dicen que somos familia y por sobre todas las cosas hay algo que no podrá negar, es que nacimos y vivimos para servir a las personas-.
Fin
Autor: Manuel Ibarra
Caracas/Venezuela
14-01-2023
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