Mansedumbre

del hombre, fue sumisa y dilatada,

y dio un grito.

Mansedumbre

de hondura de tristeza en las ancianas,

y de niños

que buscan la  paloma entre las armas.

Con mis ojos

atrapo los semblantes sin confianza ,

por el hambre,

cerrazón de ceniza en las mañanas.

 Con mi voz,

 en la senda mi rezo no se apaga

 al Querube,

por la Paz en la tierra sin más gamas.

Aferrémonos

a la vida tranquila que se canta 

con la Fe,

si ardiente, la ternura es una brasa .

Silenciosa,

es semilla despierta de la feliz mañana

 en los ruegos,

 por vivir la alegría, de un futuro sin trampas.

Amalia Lateano

@ Registrados

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Ando revisando  cada texto  para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.

Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.

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